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La esperanza de un 2021 con mayor convivencia pacífica
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
El próximo jueves 31 de diciembre concluye el año 2020 y daremos apertura a 365 días del 2021, que de seguro constituirán nuevas oportunidades y desafíos por cumplir, pero que también representa la esperanza de un mejor período.
Se cierra un año con una pandemia que paralizó el mundo y lo más grave por la cual han muerto casi dos millones de personas, transformando todo nuestro accionar en medio de múltiples emociones, en el que por un lado, nos llenó de angustias por un virus contagioso y por el otro, ha representado adaptarnos a la virtualidad para relacionarnos familiar, social y laboralmente.
Estos últimos días del año son excelentes para reflexionar sobre lo vulnerables que somos los seres humanos y la capacidad tan efectiva e inmediata que tenemos para adaptarnos ante las adversidades que se nos presentan.
Bien sabemos que, además de los fallecidos, muchas personas han perdido sus empleos por la actual crisis sanitaria, derivando esto que la incertidumbre se apodere, afectando a muchos su salud mental, la cual juega un papel prioritario en todo nuestro accionar.
Es por ello que, una cantidad considerable de especialistas en las conductas han estado abogando por la implementación de nuevas acciones y políticas públicas tendentes a proteger la salud mental de la ciudadanía.
La violencia de género, el abuso infantil, el matrimonio infantil, embarazos en adolescentes son realidades muy tristes y preocupantes que se han seguido suscitando a lo largo de todo el año, cada vez con más inequidad, injusticia, indolencia y falta de autocontrol.
Para lograr la trasformación cultural que se requiere para convivir en forma más pacífica y justa, además de la voluntad de un gobierno se demanda de la participación responsable de cada ciudadano (a), en la formación de sus hijos y en su conducta personal.
Tenemos la esperanza de un 2021 donde reine más respeto y armonía familiar, convencidos de que estamos de paso en esta existencia y el apoyo de los seres queridos es vital para vivir en paz, necesaria para emprender los retos que este nuevo año nos impone.
Tenemos la esperanza de que la bondad se contagie como la misma pandemia y haya más empatía entre quienes la necesitan, ya sea a través de una palabra de bienvenida, un saludo afectuoso, una frase reflexiva o regalando algo a quien lo necesita.
Tenemos la esperanza de que la comunicación asertiva y el dialogo se fomenten en las relaciones familiares y laborales, sin necesidad de ofensas, con palabras constructivas que unan voluntades y eviten los enojos.
Tenemos la esperanza de que con mayor prudencia cuidemos nuestra salud y las de nuestros seres queridos, para lo cual es indispensable cumplir las instrucciones de las autoridades.
Tenemos la esperanza de que fortalezcamos la fe para fortalecer nuestro espiritu y poder seguir siendo resilientes a los cambios.
En fin, tenemos la esperanza de un 2021 con pleno disfrute de salud, alegrías y abundante paz espiritual que nutre nuestro existir.
Muy feliz nuevo año por adelantado.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur