Florida advirtió que penalizará a los hospitales que no apliquen las vacunas con rapidez
Estados Unidos ha administrado menos de un tercio de las 15 millones de dosis distribuidas a lo largo del país, por lo que las autoridades estatales buscan acelerar el proceso. Nueva York anunció el lunes la misma medida
Más de dos tercios de los 15 millones de vacunas contra el coronavirus distribuídas dentro de los Estados Unidos no han sido utilizadas, según anunciaron el lunes responsables sanitarios del país. Ante esa situación, y con el objetivo de agilizar el proceso, Florida se sumó a Nueva York y anunció que penalizará a los hospitales que no distribuyan las vacunas con suficiente rapidez.
En Nueva York, los hospitales deben administrar las vacunas en el plazo de una semana después de recibirlas o recibirán una multa y una reducción de los suministros futuros, dijo el gobernador Andrew Cuomo, horas antes de anunciar el primer caso conocido en el estado de una nueva variante del coronavirus más infecciosa detectada originalmente en Reino Unido.
“No quiero la vacuna en una nevera o en un congelador, la quiero en el brazo de alguien”, dijo el gobernador. “Si no están realizando esta función, se pone en duda la eficiencia operativa del hospital”.
En general, los hospitales de Nueva York han dispensado menos de la mitad de las dosis asignadas hasta la fecha, pero los resultados varían de un grupo de hospitales a otro, según Cuomo. El sistema Salud+Hospitales de la ciudad de Nueva York (NYC Health+Hospitals), la principal red de hospitales públicos de la ciudad, solo ha administrado el 31% de su asignación, comparado con el 99% de varios hospitales privados del estado.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos informaron de una absorción aún menor de la vacuna para Nueva York en conjunto, afirmando que menos de una de cada cinco de las 896.000 dosis enviadas al estado desde mediados de diciembre han sido administradas.
Florida premiará la velocidad
En Florida, donde los funcionarios han puesto a los ciudadanos de edad avanzada por delante de muchos trabajadores esenciales para recibir la vacuna, el gobernador Ron DeSantis anunció una normativa según la cual el estado asignaría más dosis a los hospitales que las administran con mayor rapidez.
“Los hospitales que no hagan un buen trabajo para aplicar la vacuna serán transferidos a hospitales que hagan un buen trabajo para aplicar la vacuna”, dijo DeSantis en una conferencia de prensa.
“No queremos que la vacuna se quede sin utilizar en algún sistema hospitalario”, añadió, aunque no dijo que se enfrentarían a multas.
Florida, que ha dispensado menos de una cuarta parte de los 1,14 millones de dosis que ha recibido, según los CDC, también desplegará 1.000 enfermeros adicionales para administrar las vacunas y mantendrá abiertos los centros de vacunación del estado los siete días de la semana, según DeSantis.
El doctor Amesh Adalja, académico del Centro para la Seguridad de la Salud de la Universidad Johns Hopkins, dijo que Nueva York y Florida estaban siendo “demasiado burocráticos” al penalizar a los hospitales por la entrega de vacunas, en un momento en que se enfrentan a un gran número de casos de pacientes. “En lugar de multar a los hospitales, ¿por qué no darles más recursos para hacerlo, más dinero, más personal?”, dijo en una entrevista telefónica.
Variante británica
El anuncio de Cuomo de que la variante más contagiosa del COVID conocida como B.1.1.7 había sido confirmada en un hombre de 60 años que vive en una población al norte de Albany dio nueva urgencia a los esfuerzos del estado para acelerar las vacunaciones.
Desde la semana pasada se han documentado al menos otros tres casos en Estados Unidos de la llamada variante británica, uno en Florida, otro en California y otro en Colorado. Ninguno de los cuatro pacientes tiene un historial de viajes reciente, lo que significa que la variante probablemente se propagó en las comunidades donde apareció. No se cree que la variante del Reino Unido ni una cepa detectada por primera vez en Sudáfrica, también más contagiosa, sean más letales que la forma original del virus. Los científicos dicen que las vacunas recientemente desarrolladas deberían ser igualmente efectivas contra ambas.
Sin embargo, a los expertos médicos les preocupa que la aparición de una variante más contagiosa pueda acelerar una oleada de infecciones y hospitalizaciones durante meses, en un momento en que los sistemas sanitarios de Estados Unidos ya se encuentran al límite de sus posibilidades.
El número de muertes en Estados Unidos ha aumentado a más de 350.000, con más de 20 millones de infecciones conocidas y una tasa de mortalidad media de más de 2.600 vidas cada 24 horas durante la semana pasada.
El alarmante número de víctimas mortales, junto con el trastorno de la vida social cotidiana y la asfixia de la actividad económica, ha hecho que la adopción de las vacunas disponibles, más lenta de lo esperado, resulte aún más irritante para las autoridades.
Las autoridades médicas se han enfrentado a una desconfianza generalizada en la seguridad de las inmunizaciones, incluso entre algunos trabajadores de la salud, debido en parte a la velocidad récord con que se desarrollaron y aprobaron las vacunas COVID-19, once meses después de que el virus emergiera en Estados Unidos.
Sin embargo, algunos dirigentes de los Estados Unidos también han señalado problemas de organización al poner en marcha la campaña de inoculación masiva más ambiciosa de la historia del país en plena temporada festiva de fin de año.
“La logística para que llegue a la gente que lo necesita es el verdadero problema”, dijo a MSNBC el principal especialista en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, el doctor Anthony Fauci. “No estamos donde queremos estar. No hay duda de eso. No creo que podamos culpar de todo a la indecisión sobre la vacuna.”
El Gobierno federal ha distribuido más de 15 millones de dosis de vacunas a los estados y territorios de todo el país, pero solo se han administrado alrededor de 4,5 millones, informó el CDC. Esas cifras colocan al Gobierno muy lejos de su objetivo de vacunar a 20 millones de personas para finales de 2020, aunque los funcionarios dijeron que esperaban que el despliegue se acelerara significativamente este mes.
“Hay que hacerlo mejor, y vamos a seguir mejorando”, dijo el director médico del país, Jerome Adams, en una entrevista con CBS News, añadiendo que esperaba mejoras importantes en las próximas dos semanas.
Fuente: (Con información de Reuters)