El Oscar 2021 y la temporada de premios: entre la incertidumbre de lo presencial y lo virtual
La pandemia del coronavirus ha cambiado el panorama de la temporada más importante para la industria del entretenimiento, que ahora se debate entre presentaciones presenciales con audiencia reducida o volcarse a lo virtual
Un año después de una de las temporadas de premios más anómalas en décadas, propiciada por el intento de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de aumentar sus decrecientes números de audiencia al adelantar la ceremonia de los Premios Oscar, nos encontramos aún más singular panorama a causa del COVID-19, pandemia que ha paralizado gran parte de la industria del entretenimiento.
Como se recordará, temporada de premios es un nombre no oficial para describir a un conjunto de galardones que comienzan a darse a finales del año para extenderse a comienzos del siguiente, con la gala del Oscar como el gran final. En medio de estos se destacan otros premios de similar renombre como los People’s Choice Awards, Critics’ Choice Awards, los Golden Globes, los British Academy Film Awards (BAFTA) y las premiaciones de los diversos sindicatos de Hollywood (directores, actores, guionistas y productores), entre otros.
Todos los años, estas ceremonias atraen no solo a millones de espectadores alrededor del mundo, sino que reúnen a miles de las más importantes figuras de la industria en un solo auditorio. Pero en un año donde una enfermedad altamente contagiosa dificulta enormemente la aglomeración de personas – así como la experiencia de ir a la salas de cine – este tipo de ceremonias han requerido un nuevo planteamiento.
Viviendo con el coronavirus
La primera de las medidas ocurrió en abril de este año, cuando el cierre de las salas de cine alrededor del mundo mostró que la pandemia estaba para quedarse. Ese mes la Academia anunció en la gala actual aceptaría entre sus nominados a filmes que solo habían sido estrenados mediante medios digitales – con la condición de que hubieran tenido planes de llegar a la pantalla grande-, suspendiendo la regla que obligaba a los concursantes por el mayor premio del cine a ser proyectados al menos durante siete días en una sala de cine de Los Ángeles. A tal cambio, la entidad señaló cómo estas medidas se debían a “la histórica y trágica pandemia de COVID-19” y recalcó su apoyo a la golpeada de las salas de cine.
En ese aspecto la Academia le seguía los pasos a los Globos de Oro, que en marzo del 2020 relajaron sus reglas de entrada al permitir que las cintas que hubieran planificado “de buena fe un estreno en cines” compitieron incluso si el lanzamiento no tuvo lugar.
El siguiente cambio vino en junio 2020, cuando la Academia anunció que pospondrá su gala hasta el 25 de abril del 2021. La nueva fecha, lo más tarde que se han dado estos galardones en casi toda su historia, cumplió doble función: por un lado corrió el reloj un poco más bajo la esperanza de que en los siguientes meses el coronavirus fuera controlado, lo que permitiría la proyección de nuevas películas, mientras que también sirvió para ampliar la lista de los calificados hasta el 28 de febrero del 2021 en un año en el que la mayoría de estudios habían guardado sus mejores películas para cuando las condiciones mejoren.
Pero la mayor consecuencia de la decisión fue el trasladar toda la temporada de premios unos meses más adelante, como podemos ver continuación.
Temporada de premios: lista de ceremonias
28 de febrero: Globos de Oro
7 de marzo: Critics’ Choice Awards
14 de marzo: Screen Actors Guild Award (Premio del Sindicato de Actores de Cine)
15 de marzo: Premios Oscar: Anuncio de los nominados
24 de marzo: Producers Guild of America Awards (Premio del Sindicato de Productores)
10 de abril: Directors Guild of America Awards (Premio del Sindicato de Directores de EE.UU.)
11 de abril: Premios BAFTA
25 de abril: Premios Oscar
¿Presencial o virtual?
Si bien la fecha ya está decidida, lo que aún no se ha determinado es qué forma tendrán las diversas galas de la temporada de premios. Y es que si bien un artículo de Variety inicialmente reportó que los Premios Oscar se darían de forma presencial, poco después aclararon que la Academia todavía no ha establecido sus planes y están explorando todas las opciones.
Bajo estas circunstancias, las ceremonias ven esencialmente tres posibilidades: la tradicional gala presencial, pasar la premiación a un formato virtual o un formato híbrido.
Respecto a una ceremonia tradicional con público, esto enfrenta enormes problemas. En las últimas dos décadas, los Premios Oscar han tenido lugar en el Dolby Theatre de Los Ángeles, un recinto con capacidad para 3.400 personas. Sin embargo, en la era del coronavirus la instancia verá su aforo severamente limitado, circunstancias que también se repetirán en las otras ceremonias de la temporada de premios celebradas en el estado de California. Mientras tanto, el BAFTA, que tiene lugar en el Royal Albert Hall de Londres, también enfrenta limitaciones por el surgimiento de una nueva y más contagiosa variante del coronavirus en el Reino Unido.
Otra dificultad es el hecho que el coronavirus es mucho más peligroso para las personas de mayor edad, lo que complica la situación tomando en cuenta que en el caso de la Academia la edad promedio de sus miembros oscila entre los 50 y 60 años. Y en el caso de algunos de los presuntos nominados, como Anthony Hopkins (82), Meryl Streep (71) y Sophia Loren (86), ellos superan por mucho la edad promedio.
Pero la atracción de un evento presencial, aunque limitado, es todavía evidente. A pesar de sus decrecientes números, los Oscar siguen siendo la mayor premiación de la industria del cine a nivel internacional, donde las carreras se lanzan al estrellato. En un artículo de la BBC, el crítico de cine Kaleem Aftab también resalta otra de las razones por las cuales la presencia de una audiencia en la ceremonia sería beneficiosa para la industria.
“Un evento físico anunciaría que estamos en una nueva era y que finalmente podemos ir de vuelta a los cines, y que podríamos ver a los grandes estrenos salir”, afirmó a la publicación británica.
Si en cambio los premios Oscar buscan pasar a un formato virtual o híbrido – combinando eventos presenciales y en línea- la Academia y sus pares ya tienen varios ejemplos a seguir.
El más prominente en los Estados Unidos fue la ceremonia de los premios Emmy 2020, celebrada en setiembre de ese año en el Staples Center de Los Ángeles sin la alfombras roja y fiestas que eran la costumbre para la ocasión. En cambio, la gala bajo la conducción de Jimmy Kimmel se realizó sin público, aunque también se subieron al escenario estrellas invitadas como los actores Jennifer Aniston y Anthony Anderson.
Los nominados, en cambio, no se acercaron al Staples Center y en cambio hicieron acto de presencia mediante transmisiones en vivo desde diversos lugares, incluyendo sus propios hogares. Los premios a su vez fueron entregados en locación por miembros del equipo del Emmy, vestidos en trajes de protección diseñados para parecerse a un esmoquin.
La ceremonia, que se destacó por la ausencia de grandes problemas técnicos, fue fruto de una coordinación exhaustiva entre varios equipos de producción que tuvieron que trabajar en 140 locaciones, incluyendo fuera de los Estados Unidos como Canadá, Reino Unido, Alemania e Israel. De ir por un formato similar, un evento como el Oscar requerirá una coordinación igual o más exhaustiva, considerando su mayor presencia internacional.
Otro ejemplo que pueden seguir son los European Film Awards (EFA), que también tomaron un formato primariamente virtual por la pandemia. Pero a diferencia de su usual gala (o del Emmy), el EFA extendió la premiación entre el 8 y 12 de diciembre, presentando virtualmente los premios y conferencias sobre el futuro del cine en esas fechas. El evento fue finalizado el 12 de diciembre con una gran final más parecida a una ceremonia tradicional, aunque con una audiencia severamente reducida y con los nominados solo haciendo apariciones mediante videollamadas.
Sea cual sea el formato que van a elegir las galas, no cabe duda de que esta temporada de premios será ‘sui generis’ para toda la industria y muestra el impacto transformativo que ha tenido el COVID-19 en cada facetas de nuestra vida.
Fuente: El Comercio