Bajo Escrutinio: De Biden a Trump
Por Rolando Hernández
De Biden a Trump. Antes de que finalizara el 2016 en su primer encuentro en la Casa Blanca, el expresidente Barak Obama le aconsejó al presidente electo Donald Trump que sino “toma en serio el cargo de presidente los votantes que lo eligieron lo sacarán del poder”.
Efectivamente esa apreciación se cumplió el pasado 6 de noviembre del 2020 en la que el mandatario Donald Trump fue barrido en las urnas de votación por el hoy presidente Joe Biden.
Desde que asumió sus funciones, Trump bajo el poder que le otorga la Constitución aplicó una serie de medidas que fueron socavando su presidencia.
Entre esas medidas se destacan: el impedimento de entrar al país de ciudadano de varias naciones musulmanes, la aplicación de políticas antinmigrantes y la decisión de Estados Unidos de no formar parte de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de excluirse de la Unión Europea.
A pesar de la exclusión se mantuvo cierto orden en la parte migratoria y estabilidad económica previo a la pandemia causada por el coronavirus (Covid 19).
Se destacan también, la permanente confrontación del presidente Trump con su cuerpo con sus ministros a los que despedía de la noche a la mañana y a los que ridiculizaba públicamente.
Para millones de personas dentro del país ese no debería ser comportamiento del presidente que daba muestras de que en realidad no estaba preparado para gobernar.
Para muchos, llevó a confundir la figura presidencial con la de un ejecutivo que dirige una empresa privada o pública.
Durante la mayor parte de su mandato, Trump no dio muestras de un pensamiento sosegado y a la altura de su investidura.
Es más, llegó a personalizar su investidura, la que utilizó para favores políticos como fueron la emisión de más de 100 indultos presidenciales a personas condenadas por haber violado las leyes.
Ese tipo de medidas no hacen más que debilitar la institucionalidad y que el poder no se puede usar de manera personal. No es la norma en el sistema democrático del país.
Trump que nunca militó en ningún partido político, ni se distinguió por una causa social en la recta final de su mandato vio diluir el apoyo del partido que lo adoptó y que lo llevó a la Casa Blanca, el Partido Republicano donde una parte de sus miembros apoyan su segundo juicio político.
A su derrota política, contribuyó, además la inefectiva respuesta a la pandemia de salud que afecta al país y que agravó la estabilidad económica de millones de familias norteamericanas a pesar de los paquetes económicos que han sido aplicados.
Trump quien aún no entiende el lenguaje político se negó asistir el pasado 20 de enero al traspaso de gobierno aun fuera del gobierno tendrá que enfrentar un segundo juicio político por su alegada incitación en el ataque al capitolio el pasado seis de enero que fue encabezada por sus seguidores.
El juicio lo podría invalidar para siempre en ocupar cargos en el gobierno federal, incluso presentarse por segunda ocasión a la presidencia de Estados Unidos.
Mientras que el nuevo gobierno encabezado por Joe Biden, un experimentado político que ha llevado el orden a la Casa Blanca tiene como prioridad controlar la pandemia de salud mediante un amplio programa de vacunación y fortalecer la economía que le permita a más de 15 millones de personas retornar a sus puestos de trabajo.
El autor es un periodista, educador y escritor dominicano radicado en Nueva Jersey, Estados Unidos.