Negro Veras: Explicando la realización de la plaza de los Panfleteros
Explicando la realización de la plaza de los Panfleteros, su escultor el arquitecto Juan Gilberto Núñez, escribió:
«La Plaza Patriótica a los Panfleteros de Santiago, es sin lugar a dudas el monumento más apegado a rendir tributo a la valentía, el coraje, el arrojo y la determinación de un grupo de niños que transitaban el camino de la adolescencia y que decidieron cambiar sus juegos infantiles por afrontar y encarnar una lucha contra la tiranía de uno de los más sanguinarios gobiernos de la República Dominicana que tuvo como mecanismo de orden la injusticia y el abuso social.
El ideólogo de este monumento, aún era desconocido por nosotros cuando nos fuera solicitado su diseño y ejecución por parte del Presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, el licenciado Juan Daniel Balcácer.
Conocíamos la historia de este grupo de jóvenes que se sacrificaron por su nación y sabíamos que de todos ellos, solo algunos habían sobrevivido a las torturas y la muerte despiadada por parte del régimen del tirano Trujillo.
Hacer esta Plaza Patriótica, no era igual que con otras muchas tantas que habíamos hecho, pues lo que estaba llamado a ser simbolizado, si bien es cierto que era un acto de heroísmo, no menos cierto era que obedecía a uno de los crímenes más horrendos de la Tiranía.
No se trataba simplemente de hacer una escultura de un personaje en posición pasiva, que es como generalmente se modelan las estatuas o bustos de personajes de nuestra historia, por el contrario, era necesario presentar una acción, un hecho en ejecución, una trama encarnada en el coraje y la pasión y sobre todo lo que era la realidad de un panfletero arriesgando su vida mientras distribuía panfletos que develaban la verdadera miseria humana del generalísimo Trujillo.
Transcurrieron días, semanas y a pesar de haber leído e investigado, no lográbamos, por excesivo respeto a la memoria de estos jóvenes, materializar o modelar lo que sería el símbolo que los representaría, hasta que un día se nos acercó el doctor Don Ramón Veras, a quien todos los que tenemos el honor de conocerlo lo llamamos “Don Negro”, y quien sumergiéndose en una historia que desgarraba el alma, nos contó sobre aquellos muchachos, sus compañeros de ideales y sueños de libertad, que cayeron en los tentáculos asesinos de la tiranía y que aun siendo torturados, prefirieron morir de la manera más cruel por no delatar a sus compañeros.
Sus palabras se entrecortaban y se ahogaban en el llanto, sus ojos se inundaban en el brillo de las lágrimas y apenas podía pronunciar las primeras tres letras del nombre de quien fuera no solo su compañero y hermano, sino su líder y su ejemplo: Wen.
Yo completé su nombre: Wenceslao y bajó su cabeza y asentía con la misma de manera lenta y pausada, mientras sus lágrimas terminaban su recorrido en el blanco cuello de su camisa.
Hacía falta que Negro Veras, ese paradigma del honor y la dignidad personal y profesional, nos relatara la vida de los Panfleteros de Santiago, para inmediatamente inspirarnos y diseñar una escultura a escala monumental que fuera realizada en los talleres de nuestra Fundación Luces y Sombras, para ser inaugurada, gracias a él, el 25 de julio del año 2007 en el boulevard de la avenida Hermanas Mirabal, orientando su frente hacia la entrada de Santiago de los Caballeros».
Este documento forma parte del anexo F, del libro: A los 60 años: dos panfleteros de Santiago contra un régimen tiránico. Página 521.
Ramón Antonio -Negro- Veras