El indispensable blush y cómo aplicarlo según tu tipo de rostro

Iranna Flaviá Luciano

El blush es el cosmético que más alegría, armonía y color le da al rostro, llegando a convertirse en un indispensable a la hora de maquillarnos.

Cuando hablamos de colorete nos referimos directamente a lograr ese efecto saludable en el cutis de ruborizarnos, o sonrojarnos, y de ahí su significado.

Viene en diferentes concentraciones, en polvo, en crema, en líquido y en gel, y se aplica directamente en los pómulos.

Los colores que más se destacan son los anaranjados, rosáceos, tonos cobre, marrón y los beis; el indicado para cada cual dependerá de su tono de piel.

También los que vienen en tonalidades más brillantes utilizados en los desfiles de moda.

Existen dos técnicas para aplicar el blush, con una brocha para los en polvo o con los dedos o esponja para los de crema, líquidos o en gel.

Con el blush en polvo logramos un efecto mate tal y como se está llevando en las últimas tendencias e ideal para las pieles grasas. Con el blush en líquido, en gel o en crema se logrará un efecto más hidratado ideal para pieles secas.

Hay cinco formas de aplicar el blush:

Para la quijada recta: Con una brocha redonda aplicarlo en forma de círculo a cada lado justo en el centro de la mejilla.

Para barbillas grandes: Aplicarlo justo debajo de la manzana de las mejillas.

Para un efecto más juvenil: Aplicarlo justo arriba de las manzanas de las mejillas y difuminarlo bien.

Para rostro ancho: Colocar el rubor justo en las sienes, esto atraerá la atención al centro del rostro.

Para rostros alargados: Aplicarlo en toda la mejilla!

Fuente de Foto: Externa