En apoyo a los huérfanos de los feminicidios
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Vivimos el día a día, atendiendo nuestra cotidiana agenda, sin detenernos a pensar en esos niños, niñas y adolescentes que en un fugaz momento quedan huérfanos, tras su padre o la pareja de su madre asesinarla y luego suicidarse o ir a la cárcel por muchos años.
Sin duda alguna, estos hechos trágicos marcarán la vida de los hijos e hijas de las víctimas y victimarios, ocurriendo que en muchos casos son testigos de primer orden de dichas tragedias.
Luego de los llantos y cuestionamientos, esos menores de edad se enfrenta a una cruel realidad de que sus familiares no tienen la capacidad económica para sostenerlos juntos, ni las herramientas para ayudarlos emocionalmente y tristemente deben separarse de sus hermanos.
Sólo en este primer semestre del año, la Fundación Vida Sin Violencia registra 47 huérfanos de feminicidios, cifra que supera los 36 del año pasado para igual fecha, según las publicaciones de los medios.
Por tan solo hacer mención de algunas víctimas pensamos en los casos de Juana Martínez, Paola Rodríguez, Sara Reynoso, Desiré Torres y Suelidy Fernández, quienes fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas y dejaron cada una en la orfandad a 4 hijos e hijas, en el presente año.
En tanto que, Ana Llanos, de 39 años, ha sido la víctima de violencia machista con mayor número de descendientes, 6 en total y se desconoce las condiciones en que se mantienen esos infantes.
No obstante contar con un protocolo de atención a los huérfanos y que las autoridades han manifestado un total apoyo a esta vulnerable población infantil, cabe preguntarnos si los huérfanos de este año están siendo incluidos en esos programas de ayuda psicológica y económica que requieren para dar continuidad a su sano desarrollo.
Más aún, les preguntamos a las autoridades: ¿Cuándo contaremos con un registro oficial y actualizado de los huérfanos de la violencia? ¿Qué debe hacer una familia con infantes afectados por las secuelas de la violencia machista para recibir acceso a los servicios que ofrece el Estado?
Bien sabemos amables lectores que, las víctimas colaterales de los feminicidios quedan afectados emocionalmente, reflejando insomnios, pesadillas, depresiones y trastornos de aprendizajes, a quienes deben también darles terapias psicológicas.
Siempre hemos manifestado nuestro parecer en reforzar la prevención de la violencia a través de una educación igualitaria y en valores desde la primera infancia.
Debemos desaprender creencias, conductas y comportamientos que erradiquen la violencia machista y promover modelos de masculinidad respetuosa, comprometida y corresponsable en el hogar.
Como sociedad también debemos mantenernos unidos en la defensa de los derechos a una vida libre de violencia que merece nuestra población infantil y no escatimar los esfuerzos para apoyar a los huérfanos de los feminicidios, quienes merecen vivir en paz.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia
@Yanira_Fondeur