Vivamos en paz y comprometámonos a fomentarla
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Amables lectores, la pasada semana recibí de regalo el libro “Hablamos de paz,” de la editorial Edelvives, de parte de la apreciada y admirada amiga Olga de los Santos, pasada presidenta de la Asociación Dominicana de Mujeres Empresarias (ADME).
¡Qué felicidad brinda recibir un regalo inesperado y más aún cuando el obsequio va acorde con nuestro sentir y trayectoria de vida!
Gran privilegio es escuchar cuando llamas para agradecer el obsequio que te expresan que justo cuando vieron el libro te recordaron como una persona de paz, de valores familiares y que aporta desde la Fundación Vida Sin Violencia, junto a un valioso equipo de compañeras, a prevenir la violencia y fomentar la convivencia pacífica cada día.
Por considerarlo de interés, dedicaré este artículo a compartir algunos apuntes que he subrayado en el mencionado libro, que resalta la necesidad de construir peldaños de paz como reconocer el milagro de la vida, escuchar la voz de tu corazón, rechazar cualquier tipo de marginación, hablarle a un niño de la paz, comprometerse con la no violencia, practicar la ternura, dedicar tiempo a los demás, entre otros.
Expone además algunos conceptos puntuales como:
- Es posible transformar el mundo educando para la paz, donde el valor individual tenga más valor que la riqueza material, donde se superen las debilidades para hacer triunfar las limitaciones y donde los títulos sean reemplazos por oportunidades de servir.
- Crear ámbitos de paz y armonía constituye una tarea humana, un reto que debe asumirse de manera personal, desde el corazón y con sensibilidad frente a todo lo que represente desprecio y violencia.
- Los niños y adolescentes deben aprender a resolver las situaciones conflictivas, afrontándolas desde el diálogo, adoptando una posición positiva, que les ayude a su crecimiento humano, transformando así una actitud pesimista en una esperanzadora. Requieren además de aplicar valores de respeto, comprensión, solidaridad, tolerancia y
- Vivir en paz es un derecho y un sueño que es posible si la voluntad humana decide hacerla realidad y sembrar en nuestros hijos las motivaciones para que sigan luchando por ello.
- En momentos de manifestaciones de violencia, lo que menos hace falta es el pesimismo, se necesita revitalizar nuestras convicciones y contagiarlas a nuestros descendientes y alumnos sin rendirnos.
- Debemos enfrentar la cultura de los malos tratos con la formación de conciencia crítica y participativa de nuestros niños y adolescentes, para que no sean espectadores pasivos de ella.
- Rechazar cualquier tipo de manifestación de violencia debe ser interiorizados por nuestros los infantes y adolescentes desarrollándoles sensibilidad ante el dolor y necesidad de paz y armonía.
- Ganar la paz es una tarea de amor, que requiere consolidar la convivencia democrática en tolerancia y generosidad.
- Transformar la cultura de la violencia en una cultura de paz es uno de los grandes retos que deberíamos compartir, para que todos llevemos una vida larga, pacífica y provechosa.
En definitiva, debemos seguir asumiendo el compromiso de vivir en paz, necesaria para poder disfrutar como merecemos de armonía, justicia, bienestar y derechos humanos.
Soy promotora de paz y deseo que me acompañes en el compromiso de fomentarlas en los corazones, las familias y la sociedad.
Les invito a leer este libro.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur