El favor de Dios
Las Huellas de Jesús
Horacio Mejía Suárez
Muchos creyentes hoy en día y personas curiosas no necesariamente pertenecientes a alguna doctrina o derivación del cristianismo coinciden en preguntarse ¿Qué es el favor de Dios? Soy conocedor de éstas curiosidades porque las he tenido, he sido empírico en este tipo de incertidumbre hasta que las verdades implícitas y explícitas que tenemos la oportunidad de encontrar en las escrituras me han sido reveladas derribando así las fortalezas que procuraban obstruir mi crecimiento, de modo que en Dios es necesario ser empírico en el mensaje que llevamos, es decir aprender antes que enseñar porque de esa forma tenemos un conocimiento exhaustivo de lo que predicamos.
La palabra de Dios tiene respuesta a toda inquietud, siempre te dará una salida. Como podemos ver en el éxodo el corazón de Faraón fue endurecido por lo que a la postre dice romanos que para eso lo levantó como vaso de deshonra, porque no es cuestión del que corre sino de Dios que tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece, el secreto de esta porción está en que no dice que de quien no quiere no tiene misericordia precisamente para que la palabra haga revelación de que el endurecimiento del corazón hace al hombre vaso de deshonra y carente de gracia, por lo que el ablandamiento del corazón evidencia la misericordia y el favor de Dios en una persona.
Es necesario que estemos dispuestos a recibir al Señor porque aunque Él fue quien nos escogió y nos amó primero, realmente su Reino no tiene un cupo limitado. El Señor no rechaza ni rechazará nunca a alguien que esté dispuesto a dar su vida a Él, porque Él no desprecia un corazón arrepentido y humillado. Dios quiere que no le temas a su soberanía porque Él no usa su poder con ningún tipo de despotismo, Él nunca querrá agraviar al mundo. El sabe que nosotros lo necesitamos a Él, y no Él a nosotros y aún así cuida nuestro andar sin desentendernos de nosotros a causa de nuestras imperfecciones porque Dios no es un padre engreído ni intolerante, Dios se perfecciona en nuestras debilidades sin reprocharnos nuestros errores durante el camino y lo mejor de todo es que su misericordia no tiene fecha de vencimiento.
El favor de Dios no se compra, pero te aseguro que si aceptas a Cristo posees dicho favor. Para saber si su mirada esta sobre ti, primero analiza que tanto contentamiento te produce a ti poner la tuya en Él, lo que hagas por Cristo hazlo de corazón, con deleite, porque Él no fue a la cruz del Gólgota para salir de ti, sino por amor, que es lo que Él es.
Horacio Mejía Suárez.
Coach/Cristiano
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