Groserías dominan estructuras mediáticas
Editorial
El mundo vive sumergido entre grandes retos que diariamente representan serios desafíos para la colectividad, y uno de ellos, es la progresiva amenaza hacia la desintegración familiar.
De ese panorama preocupante no escapa la República Dominicana, lo que evidentemente, debe llamar la atención de todos los integrantes de nuestra sociedad.
Los antivalores y el continuo pisoteo a las normas esenciales de convivencia, confraternidad e identidad humana parecen imponerse con un claro propósito de socavar los cimientos de la razón de existir.
Ya es “normal” la persistente promoción en los medios de comunicación de expresiones y escenas cargadas de las vulgaridades más absurdas; homosexualismo, lesbianismo, enfoque xenófobo, violencia, culto al satanismo e insinuaciones hacia la destrucción del núcleo familiar.
Las poderosas e influyentes productoras cinematográficas enroladas en un nuevo filme de Comics, donde la nueva entrega de ‘Batman: Urban Legends’ da a conocer la bisexualidad de uno de los inseparables de Batman, Robin.
Superman será bisexual en la nueva entrega de la serie de Comics de DC, que se publicará el próximo 9 de noviembre.
Recientemente el videoclip de la canción Perra, del cantante colombiano J Balvin y la dominicana Tokischa fue eliminado de YouTube por el contenido de sus letras y, además, por mostrar a dos mujeres afrodescendientes amarradas, de rodillas y con cadenas en el cuello. La vicepresidenta y canciller de Colombia, Marta Lucía Ramírez, calificó de «sexistas, racistas, machistas y misóginas» las imágenes de la popular canción.
Asimismo, el muñeco diabólico identificado como Chucky, de la película estrenada el 9 de noviembre de 1988 en Estados Unidos, que recaudó 44.2 millones de dólares, también encuentra eco en las redes sociales.
La carga de violencia que proyecta impacta en la mente de los niños concentrados en una trama que deja claramente en evidencia la cruda realidad del maltrato hacia las trabajadoras domésticas.
Ni hablar de las groseras y vulgares composiciones de una gran parte de la música urbana que se escucha en el país, donde la dignidad humana de la mujer es violentada deliberadamente.
¿Hacia dónde se pretende conducir el núcleo central de toda sociedad? En realidad, son momentos difíciles y preocupantes que están al acecho del hermoso espacio y columna vertebral de la colectividad representada en la familia.
Las presentes y futuras generaciones tienen el derecho a participar de un mundo de mayores oportunidades, que les permita el acceso al trabajo digno y a una educación con altos estándares de calidad.
Es urgente que el liderazgo mundial ponga atención a los nauseabundos y distorsionadores mensajes esparcidos en casi todas las modernas estructuras mediáticas alrededor del planeta.
De lo contrario, iremos camino a la destrucción masiva, aunque las élites que controlan las instituciones financieras propaguen la creencia de que hoy vivimos mejor que ayer.
La Covid-19 desnudó las cuestionables estadísticas del crecimiento y desarrollo humano que propaga la publicidad, y puso en su lugar, la magnitud de la crudeza que abate a millones de seres humanos de todos los continentes.
El simbolismo de la fe y amor al prójimo son manifestaciones que cada día cobran mayor fuerza e inspiran nuestras acciones, aunque vivamos sofocados por las precariedades que generan las desigualdades sociales vigentes.
Editorialista Manuel Díaz Aponte
Fotos: Fuente externa