Vacunarse es un deber
Iranna Flaviá Luciano
Pienso y Luego Escribo
Estamos en plena pandemia del coronavirus, Covid-19, aquello que comenzó como un simple virus se ha convertido en endémico; algo con lo que tendremos que vivir un largo tiempo.
El virus que es altamente contagioso que todos conocemos muta, lo que lo hace más resistente a desaparecerse en el corto plazo.
Para palear todos esos efectos, ya que no protege contra el contagio, se han creado en tiempo récord las vacunas que en nuestro país están al alcance de todos.
Todos hemos visto infinidades de campañas de concienciación hasta la saciedad, manejamos demasiadas informaciones como ninguna sobre este temido virus.
Se ha visto como a diario no descienden los números de hospitalizaciones y de contagiados, y las personas que lamentablemente mueren.
Es mucho luto lo que ha traído al mundo entero este mal, y muchas crisis económicas y emocionales de todo tipo.
Lo cierto que al escuchar tanto hablar de lo mismo no entiendo como hay personas en este país, teniendo vacunas por todos lados, hasta en la esquina de su casa y sin filas, y sobre todo gratis, se resisten a vacunarse.
Muchos lo hacen bajo las teorías de la conspiración o llevándose de las redes sociales o de personas que son las que menos saben del tema.
Los científicos del mundo son los que han estado a la cabeza de estas investigaciones, y son los que las han creado. Son muchas las pruebas positivas que se han tenido que pasar hasta poder aprobar una vacuna.
Tenemos variedades de vacunas, diferentes casas, diferentes países, diferentes efectividades, diferentes frecuencias, a partir de los 12 años.
Las personas que cada día están muriendo por complicaciones de este virus, son las que generalmente no están vacunadas.
Cuando éramos niños nos llevaban a vacunar con investigaciones que contaban con menos tecnología y no había resistencia. Eso hacen los niños, no poner resistencia.
Se ha visto como los adultos son los que están mostrando más intransigencia a vacunarse.
Es increíble como hay que cerrarle el paso a personas en los supermercados, en los bancos, en todos los lugares, para que entiendan que tienen que vacunarse.
El deber de todo dominicano es aprovechar que le están poniendo en bandeja de plata todo tipo de vacunas, tomando en cuenta que hay países que darían lo que no tienen por tener acceso a ellas.
Usted como persona no puede andar por las calles, pudiendo contagiar a otros, y cada día haciendo más difícil que logremos la anhelada inmunidad de rebaño.
Para la mayoría de personas la vida tiene mucho valor y hay que preservarla, por lo que se protegen vacunándose y evitando caer en una unidad UCI.
Pienso y Luego Escribo: Nadie puede obligar a algo que es su deber.