Green Schools: Mejoremos la educación a través de los edificios
Por Yermys Peña
Los planteles escolares bien diseñados tienen un impacto positivo en el aprendizaje, la asistencia y salud, pero también en las finanzas de la institución. El enfoque hoglistico de los colegios verdes prioriza la salud de los usuarios y el medio ambiente. El resultado niños más felices, sanos y eficientes.
Estadísticas y Situación Actual. Más de la mitad de los metros cuadrados de construcción comercial pertenecen a escuelas. En un 90% el diseño de las escuelas existentes se encuentra obsoleto ya que responden a prácticas que perjudican el usuario y al medio ambiente.
Poseen condiciones que contribuyen a una calidad aire interior deficiente, lo que se traduce en alergia, asma, dolores de cabeza, ganancia de peso, irritación y ausencias.
El tipo de iluminación y el ruido afecta los ciclos hormonales y el proceso cognitivo. Ademas, la temperatura y ventilación inadecuada de las aulas produce fatiga, dolores de cabeza, transmisión de enfermedades (influenza, covid) reduciendo el rendimiento académico. Todos estos factores contribuyen a niños más enfermos y más ausencias. De acuerdo a la CDC 13.8 millones de ausencias en escuelas fueron por asma.
Como establece la ONU los niños tienen derecho a la educación, pero también a entornos saludables. Ya que deben permanecer hasta ocho horas diarias promedio en los planteles escolares, estos espacios deben cumplir con condiciones optimas para mantener su salud mental, física y emocional.
Solución
Mediante el sistema de certificación LEED para escuelas se establecen paramentos claros para crear espacios de aprendizaje (aulas, bibliotecas, centros de tecnología) saludables y sostenibles.
Existen tres paramentos para medir el éxito de las Green School que impactan en la sostenibilidad global pero también en la salud de estudiantes y profesores, estos son: impacto medioambiental, salud y bienestar, aumento 26% facultades cognitivas, consciencia medioambiental y sostenible para los graduados.
Aplicando estrategias en cada una de sus categorías: Diseño integrado, ubicación y transporte, sitios sustentables, eficiencia en agua, energía y atmósfera, materiales y recursos, calidad del ambiente interior, prioridad regional e innovación. Los edificios obtienen un puntaje y alcanzan uno de los cuatro niveles de certificación :Certificado (40–49), Plata (50–59), Oro (60–79) y Platino (80+).
Independientemente del grado de autosuficiencia energética que tenga este tipo de construcciones, es evidente que la buena calidad del aire, lumínica, y el mayor confort térmico, repercute en el bienestar de sus ocupantes, y por tanto en el rendimiento de las tareas que lleven a cabo. Este sistema aplica para escuelas existentes y para proyectos nuevos o grandes remodelaciones.
Y tanto para escuelas privadas como públicas, pues la arquitectura sostenible es para todos.
Se establecen metas a corto o largo plazo, llevando mediciones de los logros hasta obtener la certificación. Es un proceso relativamente sencillo, lo estrictamente necesario es la voluntad de directores o gobierno para lograrlo.
Transformar nuestra sociedad y cuidar la salud de nuestros hijos y futuras generaciones a través del diseño de sus centros educativos debe ser una prioridad.
Arquitecta, Especialista en Ciudades Inteligentes y Sostenibles.
IG @yermyspena
Bibliografía:
–Center for Green Schools. (2017). LEED for Schools. Washington, D.C. Recuperado en: http://centerforgreenschools.org/sites/default/files/resource-files/schools-info-sheet.pdf
–USGBC. (2018). LEED for Schools. Washington, D.C. Recuperado en: https://www.usgbc.org/articles/getting-know-leed-building-design-and-construction-bdc