Autoridad respetuosa
Yanira Fondeur
Promoviendo la paz
Con mucha indignación, dolor y tristeza observé ayer en las redes sociales un video en el que una brigada de empleados del Ayuntamiento de Santo Domingo Este, violando los protocolos en un operativo de recuperación de los espacios públicos, maltrató sin piedad a un hombre que dignamente trabajaba en su triciclo vendiendo frutas.
En la fílmica que se hizo viral, se ve claramente como además de arrebatarle las lechosas y guineos, le empujaban, le inferían palabras despectivas y le golpearon supuestamente para hacer cumplir la ley y la ordenanza municipal.
Me pregunto ¿Debe la autoridad que dice actuar en nombre de la ley imponer el orden humillando y maltratando a ese ciudadano? ¿Saben los agentes del ayuntamiento que los derechos de ese ciudadano deben ser respetados? ¿Conoce la autoridad de los procedimientos y protocolos para actuar contra los que supuestamente infringen la ley?
Las autoridades deben hacer respetar las leyes a través de sus actuaciones correctas, no cometiendo atropellos, injusticias e indolencia, las cuales todas y todos debemos repudiarlas, por eso escribo y me sumo a los que han elevado su voz de repulsa contra lo ocurrido.
Sin embargo, vemos con agrado y respaldamos la rápida actuación del alcalde Manuel Jiménez, quien dijo que no toleraba la acción y suspendió en sus funciones a la brigada de policías municipales que actuaron en el operativo y aseguró que se establecerá la sanción que corresponda a cada uno.
Para que esto no siga sucediendo, entendemos que debe haber un régimen de consecuencias, para que así otros aprendan a ejercer correctamente sus funciones, sin atropellos que lesionan tanto a los ciudadanos como a la imagen de la entidad que representan.
Gracias al nivel de conciencia de quien grabó se pudo saber del lamentable suceso, haciendo la autoridad mal uso del poder que tienen en la misión de rescatar los espacios públicos, ante un ser humano vulnerable que solo procuraba realizar una labor digna.
Insistimos que es desde el hogar, que siempre será la primera escuela, en donde debemos trabajar los valores de empatía, solidaridad, respeto, comunicación asertiva, entre otros, para fomentar la convivencia pacífica y ordenada de nuestra sociedad.
Es necesario insistir en que las acciones violentas generan más violencia y destruyen todo tipo de relaciones, agravándose cuando la violencia es ejercida por la autoridad.
El personal de todas las instituciones ha de ser entrenado para que entienda que aun haciendo cumplir la ley debe emplear acciones firmes, pero de buen trato, que conlleven cortesía y respeto por los demás, sin importar edades, estratos sociales o nacionalidades.
Y es que, las autoridades debe recordar que nuestro accionar y palabras deben ir acorde a la ley que procuran hacer cumplir, para así ganarse el respeto de la ciudadanía.
En definitiva, una autoridad competente y respetuosa genera garantía de paz a nuestra sociedad.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur