Hazlo con deleite
Las Huellas de Jesús
Horacio Mejía Suárez
La palabra deleite se define como el placer, la satisfacción y el gozo. Realmente el Señor quiere que ofrendes tu corazón a Él con deleite en tu interior al hacerlo, sin producirte esto ningún disgusto. El Señor no avasalla la decisión y disposición de las personas, por eso desde el principio plasmado en el Génesis advirtió al hombre de lo que le convenía y lo que no hacer, palabra corroborada en la primera carta a los corintios 10:23 que dice: todo me es lícito, más no todo conviene; todo me es lícito, más no todo edifica. Estamos en presencia de una advertencia, no de una imposición, porque a pesar de lo que el Señor siempre ha querido para el hombre, no ha quitado al hombre la disyuntiva entre lo bueno y lo malo, el derecho a elegir.
Jonás y Pablo no fueron avasallados por Dios, sino que les fue mostrado a ellos que Jehová los había escogido y que lejos de Él ellos se encontraban en un territorio hostil y nada favorable para ellos mismos, esto es fácil de explicar, si tienes un hijo pequeño, inconsciente de muchas cosas (como en su momento los antes mencionados) ¿Dejarías que tome un frasco de veneno para ingerirlo?¿Serías por no permitirlo un padre impositivo? En ninguna manera, es solo que lo amas lo suficiente como para no presentar apatía y desinterés por su bienestar, en este caso por su vida.
Dios más que tu compromiso quiere ser tu deleite, dice la palabra que su yugo es fácil de llevar y ligera su carga, te explico, para quien el yugo no es fácil de llevar es porque Dios no fue quien puso el yugo, es decir que esa persona la conduce su alma, o sea que su búsqueda de Cristo es emocional, entonces no es del Espíritu, y está claro que si no es del Espíritu tarde o temprano abandonará el camino. Esta serie de ideas escalonadas las expongo para que entiendas que en el estrecho camino del Señor Él verá más tu empeño que tu desempeño, la obediencia puede ser ficticia o por miedo, pero lo genuino es que sea por amor.
Si tu conducta y tus creencias son arrastradas por un sentimiento variable, al igual que dicho sentimiento tu conducta y tus creencias serán variables. Somos llamados a seguir un sendero, el cual no es perecedero, el miedo a Dios no te conduce, amar a Cristo es lo certero.