Detener violencia: “Unámonos en el amor, en hacer el bien”
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Quisiera tener un potente altoparlante para gritar en los cuatro puntos cardinales de nuestra querida isla “Unámonos en el amor, en hacer el bien, en respetar a los demás, ante cualquier circunstancia y momento” y de seguro, en caso de que esto se cumpla, lograremos la paz que nos libere de tanta violencia.
La semana pasada estuvo colmada de trágicos hechos, desde el horrendo asesinato del Ministro de Medio Ambiente en su despacho, Orlando Jorge Mera, un funcionario que se había destacado por su actitud conciliadora y pacífica, siguiendo con el asesinato de una pareja de esposos y heridas a otros por un funcionario gubernamental, además de múltiples acciones de criminalidad por delincuencia, robos y violencia intrafamiliar, que motivó la incorporación de los soldados al patrullaje en los barrios.
Leímos que, un estudiante agredió a machetazo a la directora de un liceo, el asesinato de dos amigos en un duelo, una madre que sacó a correazo a su hija de una discoteca, otra que castigó a su hijo en las redes sociales eliminándole una ceja, por haberse hecho un diseño de moda sin su consentimiento y un hombre que estrelló su vehículo tras discutir con su pareja embarazada, muriendo ambos.
Estos y otros hechos han generado en la sociedad un estado de alerta, de inseguridad ciudadana y desasosiego que deben ser abordados en la búsqueda de lograr una convivencia pacífica y que las dificultades sean resueltas sin necesidad de llegar a la violencia.
Y yo reflexiono y me pregunto ¿A dónde quedó la alegría, la solidaridad, la hospitalidad y el encanto de nuestros conciudadanos? Esas condiciones y cualidades humanas que nos enaltecen e irradian la chispa de ilusión ante los ojos de cualquier turista que desee pasar unas vacaciones memorables.
Amables lectores, se impone que necesitamos coexistir de una manera distinta. Sabemos que es difícil, pero no imposible, acordar que los cambios son necesarios iniciarlos ya, impulsarlos y sostenerlos en el tiempo para poder ver los resultados posteriormente.
Partamos al entender que, la violencia es una conducta irracional, intimidante e ineficaz en la solución de cualquier conflicto que se nos presente.
Particularmente debemos considerar que, si queremos una transformación social debemos necesariamente comenzar por un cambio personal, aplicando actitudes no violentas en todos nuestros entornos, ya sea familiar, laboral y social.
La pregunta que nos hacen es cómo lo logramos, y debemos contestar que esto inicia concienciando y reflexionando en el valor de los derechos humanos, en la herramienta del diálogo en una comunicación asertiva, en la aplicación de la empatía, bondad y educar con amor y límites claros, no con malos tratos que lesionan el desarrollo de los infantes y generan mayor violencia.
Construir, agenciar, garantizar y mantener la convivencia pacífica ha de ser una labor diaria, a la que deberíamos comprometernos todos y todas, en razón de que es un asunto de orden público.
Destacamos el valor de la opinión pública, que constituye un motor para lograr las transformaciones sociales necesarias para que los gobiernos implementen políticas públicas puntuales y eficientes.
De forma integral tenemos que enfatizar en educar para la paz, educar con amor y optimizar el bien común como merecemos.
Concluyo recordando la célebre frase de María Montessori “Cuando eduquemos para cooperar y ser solidarios unos con otros, ese día estaremos educando para la paz”.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia
@Yanira_Fondeur