Raquel Peña resalta 100 años de la Cámara Española como puente de
Muralla fronteriza como atracción turística
Manuel Díaz Aponte
Imaginémonos la zona fronteriza redoblada de instalaciones fabriles y centros de atracciones que contribuyan a modificar el tétrico panorama que la ha caracterizado por siempre.
Hoy en día, el turismo mundial tiene una oferta variada que rompe los viejos esquemas del tradicional esparcimiento de hoteles, playas, ríos y monumentos.
Se abren espacios para conocer la historia de los pueblos, sus avatares, protagonistas y simbologías más auténticas.
Es un turismo que busca escudriñar acontecimientos que están ahí, graficados por la historia misma, que representan batallas, lucha emancipadora y legítimas aspiraciones sociales.
Siendo caribeños como en efectos somos no deberíamos vivir de espalda a nuestros orígenes étnicos, culturales y geográficos.
Entonces, ¿Qué atracciones podrían ser levantadas en la frontera que separa a República Dominicana de Haití?
A partir de la iniciativa gubernamental de levantar un muro allí surgen expectativas sobre lo que ello significa en el futuro.
Será un soporte para el reforzamiento de la seguridad en la franja fronteriza y por supuesto para los propios militares dominicanos que prestan servicios allí.
Ese panorama desolador de una franja fronteriza polvorienta y abandonada donde comúnmente vemos soldados dominicanos persiguiendo a ilegales haitianos que intentan burlar la seguridad, ahora, puede ser un atractivo turístico para visitantes nacionales y extranjeros.
No debemos vivir de espalda a la frontera porque es parte de nuestra territorialidad, valores históricos, geográficos, políticos, económicos, estratégicos y culturales.
La estructura que levantan las autoridades dominicanas será un punto de referencia histórica, un espacio no tan de seguridad nacional sino también para convertirlo en una opción del turismo de esparcimiento y cultura.
Nueva Postal
Allí converge la historia de dos pueblos que fueron colonizados por dos naciones europeas, y que tienen una cultura, costumbre, idioma y religión diferente.
Bien podrían levantarse museos, restaurantes y hoteles en los alrededores de la zona con visualizaciones y descripciones que resuman la historia de la lucha emprendida por nuestros Padres de la Patria para que hoy exista la República Dominicana.
De igual modo, resaltar allí permanentemente los valores de la identidad nacional como la Bandera e Himno Nacional; levantar casetas de expendios de nuestra culinaria, libros, música, revistas, folletos, efigies, simbologías conmemorativas, fotografías alusivas a los principales héroes y patriotas dominicanos que en diferentes etapas defendieron nuestra nacionalidad.
En resumen, que las presentes y futuras generaciones de dominicanos se acostumbren a importantizar la zona fronteriza, visitándola en excursiones, a nivel familiar y entre amigos del país y los provenientes del extranjero.
Lo ideal sería que las divisiones fronterizas alrededor del mundo no existieran, sin embargo, el crimen organizado transnacional, la violencia social prevaleciente, las contradicciones y confrontaciones entre los Estados determinan que cada país debe establecer sus propios mecanismos de seguridad.
Obviamente, la edificación de una obra de tal magnitud entraña controversia y oposición hacia los inmigrantes haitianos que buscan penetrar al territorio dominicano huyendo de la miseria y caos prevaleciente en su país.
Pero igualmente es totalmente legítimo el derecho del Estado de la República Dominicana de salvaguardar la paz social, sus intereses, seguridad y estabilidad nacional.
Protección y Soberanía
Todas las murallas y puntos fronterizos levantados en el mundo han tenido una historia y razón esencial del porqué de su existencia.
La Gran Muralla China (construida y reconstruida entre el siglo v a. C. y el siglo XVI), y convertida hoy en día en uno de los íconos históricos más visitados en el mundo, surge como mecanismo de protección de la frontera norte del imperio chino asediada por nómadas xiongnu de Mongolia y Manchuria.
El Paralelo 38, línea divisoria que separa a Corea del Norte de Corea del Sur es otro lugar muy visitado por delegaciones internacionales. En 2008 estuvimos allí pudiendo apreciar a muchos visitantes tomándose fotos alrededor del lugar.
El antiguo Muro de Berlín, aunque fue derribado tras el acercamiento y reanudación de las relaciones de Alemania Oriental y Occidental, en 1989, sigue siendo un foco de atención y de curiosidades históricas.
Con otra característica está el Muro de la Vergüenza levantado en el barrio San Francisco en Lima, Perú. La mole de 10 km de largo fue erigida para separar a las urbanizaciones más ricas de la ciudad suramericana de las zonas empobrecidas.
La frontera de Estados Unidos con México también tiene su muro y fue construido por el gobierno estadounidense para frenar el ingreso de ilegales a su territorio.
Frontera EE.UU.-México
Las autoridades norteamericanas están sellando su territorio para frenar la inmigración ilegal proveniente de diversos países, habiendo logrado avanzar significativamente durante la administración del expresidente Donald Trump en la construcción del muro en la zona fronteriza con México.
En la medida en que una parte significativa del territorio mexicano ha caído en las garras del narcotráfico y violencia callejera, las estructuras de seguridad de EE. UU. apuntan hacia el reforzamiento del área fronteriza.
Es cuestión de legítimo derecho que cada Estado cuide y preserve su integridad y seguridad territorial, lo cual no debe ser objeto de cuestionamiento. Así de sencillo.
El autor es periodista y profesor de Comunicación Social.
Imagen (El País)