Un buen paso
Manuel Díaz Aponte
Geopolítica
¿Qué otros temas habrá tratado el subsecretario de Estado norteamericano para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, al reunirse recientemente con el primer ministro de Haití, Ariel Henry, y representantes de sectores opositores?
Nichols viajó a Haití acompañado del teniente general Andrew Croft, subcomandante militar del Comando Sur de Estados Unidos, así como funcionarios de la Casa Blanca y de otros organismos gubernamentales.
Trascendió que discutieron sobre seguridad y el resurgimiento del cólera en el país más pobre de América, impactado severamente por otra crisis política que se ha agravado tras el asesinato de su presidente, Jovenel Moïse, el 7 de julio del 2021, y ante los desmanes de bandas criminales que controlan gran parte de ese territorio.
Por supuesto que el representante del gobierno estadounidense también abordó el tétrico escenario de operabilidad de las bandas terroristas haitianas que mantienen en zozobra a la población civil por las muertes violentas que generan, así como los secuestros y asaltos.
Esta primera comisión de alto nivel del gobierno de Estados Unidos en territorio haitiano es un buen paso hacia la apertura del diálogo y solución por la vía diplomática, aunque no se descarta la acción militar como lo ha pedido el propio primer ministro de Haití, Ariel Henry.
El presidente Joe Biden ha tomado una decisión correcta al enviar a Haití esta delegación de funcionarios con la cual presta atención al mismo tiempo a los reclamos reiterados del presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, para que la comunidad internacional vaya en auxilio del pueblo haitiano.
Tanto en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, como en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington y en otros escenarios internacionales, el mandatario dominicano ha advertido sobre la gravedad de la problemática haitiana y el peligro que representa para la estabilidad y paz de la región.
Logro diplomático de RD
En ese esfuerzo desplegado por el presidente Abinader en el ámbito internacional se han adherido otros de sus colegas como los mandatarios de Costa Rica, Rodrigo Chaves Robles; de Panamá, Laurentino Cortizo Cohen y de Francia, Emmanuel Macron.
«Durante un año nosotros hemos llevado acciones diplomáticas, desde septiembre del año pasado, en mi discurso ante la ONU dije que la única manera de llevar la paz a Haití era con una fuerza internacional que ayude a la Policía haitiana», recordó Abinader.
No obstante, tanto el presidente Luis Abinader como el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, reiteradas veces han afirmado que República Dominicana no participará en una eventual intervención militar internacional en suelo haitiano.
“Nichols reiteró el compromiso de Estados Unidos con el pueblo haitiano, al tiempo que expresó su deseo de que los actores nacionales superen sus diferencias para alcanzar un acuerdo que permita avanzar hacia unas elecciones honestas y creíbles tan pronto como las condiciones lo permitan”, dice un comunicado del gobierno de Estados Unidos.
La Casa Blanca dijo que se evalúa la petición del gobierno haitiano para que se envíen tropas extranjeras para hacer frente a la grave crisis que estremece ese territorio y que se ha agudizado en las últimas semanas con asesinatos, asaltos, violaciones, destrucción de propiedades y terror generalizado.
En tanto, la ONU aprobó la creación de un fondo especial para fortalecer capacidades de la policía de la nación caribeña, según comunicó Mauricio Ramírez Villegas, coordinador residente y representante del secretario general de ese organismo en la República Dominicana.
“Estamos ante una circunstancia de inseguridad y conflictividad por grupos que están siendo alimentados financiera y militarmente. Sabemos que hay intereses y flujos de recursos que obedecen a otros intereses”, enfatizó el diplomático.
Los haitianos
Es necesario que en Haití florezca el amor e interés por el trabajo y que sus ciudadanos se concentren en armonizar y ayudar a levantar ese territorio para que algún día alcance el bienestar y la civilidad entre sus gentes. Ningún país en el mundo cargará con Haití, por consiguiente, son los propios haitianos quienes deberán contribuir a levantar la fe y esperanza por un mejor futuro.
Aunque la comunidad internacional le extienda la mano al final son los propios haitianos que tendrán que unirse para salir del empobrecimiento que los agobia. Pero también, a la clase adinerada de allí le corresponde asumir su responsabilidad y no seguir comportándose como el avestruz.
Mientras tanto, es casi seguro que en los próximos días un contingente militar coordinado por la ONU comience a acorralar y poner en cintura a las bandas pandilleras que salvajemente ultrajan a la indefensa población civil. Ahí veremos si Jimmy Cherizier, alias “Barbecue”, el criminal más temido de Haití, es realmente “un macho de sólidos timbales”.
El autor es periodista y profesor de comunicación social.