Irma y los memes inaceptables
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
A propósito del reciente paso del huracán Irma, que azotó las islas menores y cuyos embates se debilitaron al pasar por Puerto Rico y nuestra nación, las redes fueron inundadas de memes discriminatorios hacia las mujeres, solo por el simple hecho de tener un nombre femenino dicho fenómeno atmosférico.
Con imágenes y términos despectivos sobre el cuerpo de mujeres, circularon en las redes sociales promociones de «Irma» que lejos de provocar risa constituyeron una muestra más de expresión de la reiterada violencia hacia el género femenino.
El impacto que tienen las redes sociales es de gran alcance, por lo que para que tengan una idea clara de mi preocupación trataré de describir a continuación algunos de los observados.
Una foto mostraba una joven mordiendo papeletas de dinero con el texto peyorativo de «Irma me hizo gastar los chelitos en súper y después no vino na. Irma es una chapiadora». Otra hacía alusión al cuerpo obeso de una señora degustando un bizcocho con el siguiente texto: «Alerta de emergencia. Irma se está fortaleciendo».
Asimismo, se promovió la foto de una señora excesivamente corpulenta, en traje de baño sexi de un rojo llamativo, con el mensaje «Irma llega a categoría 5».
No menos violento fue la que figuraba el cuerpo desnudo de una mujer obesa, subiendo una escalera con el siguiente texto: «Irma sigue subiendo, pendientes a los meteorólogos de Facebook cuando baje»
En definitiva, ser parte de la cadena humana que reenvía este tipo de promociones lesivas a las capacidades intelectuales, sentimientos, preparación y experiencia de las mujeres, constituye ser cómplice de los que desconocen los derechos que nos asisten.
Nos preguntamos si con el huracán José circularán en iguales condiciones memes ofensivos a la población masculina, lo que por demás también objetamos.
Consideramos que las redes sociales deben aprovecharse al máximo para promover acciones de bien común y no publicidad nociva y discriminatoria hacia las mujeres, quienes merecemos una vida libre de violencia y sana convivencia.
En ese sentido, como sociedad y de manera individual debemos rechazar las acciones vejatorias hacia las mujeres, el mayor segmento poblacional, y en cambio, promover desde el Estado, la sociedad civil y la familia una correcta sensibilización y conciencia, y así estaremos contribuyendo a su respeto y dignidad.
La autora es presidenta de la Fundación Vida sin Violencia, Inc.