Cuando no hay excusas que valgan
Iranna Flaviá Luciano
Pienso y Escribo
Siempre que observo un hecho donde involucra al ser humano pensante, y a un animal, donde el primero ejerce un poder desproporcionado me indigna.
Soy muy defensora de los animales, y para los mismos procuro desde el medio donde me expreso su bienestar y protección.
A todos los que estamos atentos a las redes sociales, visualizamos este fin de semana como en Salcedo en la cabalgata Las Mariposas dos hombres por tratar de agredirse entre ellos por sus diferencias, desembocaron su ira propinándole unos botellazos a unos caballos.
Esa es la forma como se comportan a la vista de todos, qué será aquello que no se enseña, y que se hace a puertas cerradas con las personas más cercanas.
Siempre he dicho que quien maltrata a un animal, lo hace en mayor proporción con una persona, y que, aunque posteriormente el hombre en cuestión pidió disculpas, para eso no existe, pues quedó evidenciado la forma como reacciona.
La ley de protección animal y tenencia responsable No. 248-12 establece las obligaciones del Estado para la protección animal, prevenir y erradicar todo maltrato, y actos crueles contra los animales, y velar por su salud y bienestar.
Por lo tanto, en todo país organizado deben tenerse en cuenta tanto las leyes para las personas, como la protección y cuidado para sus animales.
Alguna vez se han preguntado: ¿Qué sería del mundo sin los animales? ¿Acaso sería un lugar más feliz? ¿No harían más que menos falta? ¿Podríamos sobrevivir sin alguno de ellos?
Es muy bien conocido como los animales tanto aquellos que sirven de mascota como aquellos que no, aportan al medioambiente y a la salud del ser humano en general.
El animal desde el más minúsculo hasta el más grande cumple con su función en el ecosistema.
Los animales trabajan en conjunto con las plantas para mantener la biodiversidad, manteniendo el equilibrio y la vida.
Las mascotas que son aquellas con las que tenemos más contacto, disminuyen el estrés, sirven de compañía, ayudan a los niños con sus habilidades emocionales y sociales, reducen el riesgo de ansiedad y depresión, y promueven la convivencia.
Por lo anterior visto no entiendo como siendo conocedores de tantos beneficios, y siendo nuestro papel en el mundo de creadores no de destructores, algunos los maltratan.
El maltrato muchas veces se aprende, por lo que las personas que le hacen daño a los animales deben de ser observadas minuciosamente, y no dejar pasar comportamientos que dicen mucho.
Pienso y Escribo: Aquello que está a la vista no necesita explicación.