Violencia vicaria. Estrategia para provocar dolor y sufrimiento a la madre
A Juan Pablo Duarte
Rincón Digital
Leonor Asilis
Querido y entrañable Padre de la Patria:
Se acerca la celebración de un nuevo aniversario de tu nacimiento, por lo que mi espíritu me urge a dirigirte estas palabras que nacen de mi corazón que aún late en el tiempo, hacia el tuyo que late en la eternidad.
Quiero que sepas, que estoy inmensamente orgullosa de haber nacido en nuestra tierra, y la razón principal. Es por ti!
Si, tú eres nuestro mejor ejemplo nacional para seguir. No ha habido otro después de ti que te supere en el servicio, en el ideal, en la acción por nuestra nación. Te agradezco infinitamente tu legado, nuestra Patria, y sus raíces, tu fe en nosotros, tu pueblo. Pero sobre todo en Dios e invitaste a que hiciéramos lo mismo sellando nuestro escudo con las palabras Dios, Patria y Libertad.
Como te recordaba, bien sabes que tenemos características propias que nos distinguen en el mundo como lo es nuestra alegría y solidaridad, y exigimos como nos enseñaste, Respeto a nuestra dignidad, y a nuestras decisiones. Hoy más que nunca necesitamos recordar tu advertencia, que no solo tenemos enemigos fuera, sino que los tenemos dentro.
A esos no podemos doblegarnos, tenemos por el contrario, que conquistarlos, enamorarlos de su Patria, hacerles ver que Ella nuestro mayor tesoro, y que Ella está encima de intereses particulares que suelen ser pecuniarios y mezquinos.
Eres nuestro mayor inspiración, y sabes que tanto en el Altar de la Patria donde tus restos mortales están enterrados y también desde la Iglesia Santa Bárbara donde te bautizaron y desde la Catedral Primada de América que tantas veces fuiste y por supuesto en el Santuario de Higuey donde se venera la Imagen la Virgen de la Altagracia he elevado mis plegarias al Padre refiriéndome a tu entrega y legado y sé que han llegado.
Hoy te lo digo públicamente, para que mis hermanos se unan a estas plegarias por nuestro País, para que recibamos la divina inspiración que nos haga actuar en la vía correcta para nuestra preservación y afianzamiento en el devenir del tiempo…. sé que desde ya vas a acoger estas palabras y la llevaras tú mismo de la mano de la tan querida por ti, Virgen de la Altagracia para que hagas de nosotros hijos dignos tuyos para una nación que merece ser tratada con mejores destinos.
Atentamente,
Leonor Asilis, una hija de tu Patria