Acuérdate de abril
ViBa la Comunicación
Vilma Batista
Un jueves de un abril recibía con sorpresa una noticia que cambiaría para siempre mi enfoque personal y profesional sobre lo que es realmente importante y prioritario en mi vida.
En medio del aluvión inicial, no tuve tiempo ni oportunidad de enfocarme en los pro y contras de la nueva situación que, a priori me sacó de mi zona de confort, porque esa misma noche me enteraba que en mi amado y necesitado pueblo de Villa Jaragua, familiares muy cercanos estaban organizando varias actividades y operativos para ayudar a nuestros compueblanos en ese mismo fin de semana.
Inmediatamente mi corazón, cuerpo y mente se pusieron en modo voluntario y me integre 100% a apoyar en mi medida y alcance, la jornada que se llevó a cabo exitosamente llevando salud, alimento y sobretodo esperanza solidaria a lo que más nos necesitan.
En honor a la verdad, debo dar gracias a Dios y a los organizadores por darme la oportunidad de salirme de mi centro y ponerme a la disposición de los demás. Esto me permitió dar de mí, en vez de regodearme en lo que me ¨perdí¨
Me llenó de valentía y gozo sentirme parte de la solución en vez de enfocarme en mis issues. Finalmente la realidad me contrastó conmigo misma y me emplazó a repensar cómo y dónde estaba dejando mi energía.
Los meses pasaron y a conciencia desbordé mi tiempo con ocupaciones para no darle espacio a la congoja o el arrepentimiento de lo que pudo haber sido y simplemente no fue.
Reviví en carne propia la lección de que a veces hay que perder para ganar y que las manos que se dan incondicionalmente, así reciben. Sin proponérmelo fui bendecida con tanto apoyo y amor incondicional que de otra manera seguro no iba poder apreciar.
Los meses pasaron con los altibajos propios de la incertidumbre, siempre sorprendiéndome con más de lo esperado como prueba que solo cuando dejamos las cosas fluir, por decisión o imposición, es que la vida se encarga de poner cada cosa en su lugar.
Llega otro abril y con él, una nueva oportunidad de servir junto a mi familia y amigos en mi villa.
La nostalgia acecha detrás de la puerta y no la invito a pasar. Me aferro al faro de luz de confiar en que lo mejor está por venir y recito como un mantra la estrofa de la canción, magistralmente interpretada por el ya dominicano Danny Rivera, que reza:
Acuérdate de abril, recuerda
La limpia palidez de sus mañanas
No sea que el invierno vuelva
Y el frío te desgarre el alma.