Agresores y el abuso infantil
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
Las investigaciones son esenciales para la implementación eficaz y oportuna de políticas públicas que contribuyan a erradicar la compleja problemática de la violencia hacia la mujer.
Oportuna es la ocasión en este mes de abril, dedicado al abuso infantil, para que, desde este espacio de promoción de paz, compartamos interesantes hallazgos del doctor Luis Vergés en su estudio “Radiografía de los indicadores en hombres con conductas violentas en República Dominicana”, presentado la pasada semana.
De una muestra de 1,500 casos de agresores registrados en el Centro de Intervención Conductual Para Hombres, se constató que, el 62 por ciento fue educado con castigos físicos, un 32 por ciento presenció violencia hacia sus madres y un 12 por ciento fue abusado sexualmente.
A esta penosa realidad se le suma que un 60 por ciento provenía de una familia numerosa, en un 70 por ciento tenían menos de 10 años cuando sus padres se separaron e igual porcentaje tuvieron los denunciados vinculados al trabajo infantil.
La investigación también reveló el importante rol de las madres en la familia, ya que, en un 53 por ciento mantuvieron relaciones cercanas de afectos con sus progenitoras, mientras que con la figura paterna fue de un 36 por ciento, duplicándose con ellos los conflictos.
Estas valiosas estadísticas revelan que los infantes educados bajo malos tratos, sin apego seguro, normalizando la violencia y teniendo que cumplir con trabajo infantil son parte de las características que presentan los agresores en sus historias de vida, que lamentablemente replican al formar sus familias.
La complejidad de los casos se muestra cuando el autor del estudio informa que en el 70 por ciento de los casos “la violencia fue extendida más allá de las denunciantes, siendo personas desconocidas en un 29% y los familiares de la víctimas en un 24% los más afectados”.
Los niños y las niñas merecen recibir aceptación de sus progenitores, así como cuidados y amor para tener un desarrollo seguro, pleno, feliz y en paz.
Sin embargo, cuando no cuentan con apoyo ni el ejemplo paternal que le brinde afectividad, explica el estudio, asumen patrones aprendidos por la observación y esto va creando en ellos una memoria cognitiva que, luego orienta sus acciones de dominio en sus parejas o ex parejas.
El mes de abril puede ser un período para reflexionar cómo nos estamos relacionando con nuestros hijos e hijas, sobrinos o nietos y para esto debemos iniciar preguntándonos ¿Estamos brindándoles apoyo, aceptándolos o estimulando o vivimos por el contrario recriminándoles y ofendiéndoles constantemente?
Invitamos a mantener una comunicación asertiva con nuestros descendientes, a fortalecer sus dones y a corregir con límites claros, pero con amor, las faltas que puedan cometer.
Recordemos que aprenden más de nuestras acciones que de nuestras palabras.
N0 al abuso infantil.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur