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Alerta Dengue: ¡Un llamado a la acción para proteger nuestras vidas!
Editorial
La preocupación se cierne sobre nosotros a medida que los casos de dengue se propagan como una sombra en nuestro país. En este editorial, no solo expondremos la gravedad de la situación, sino que también instaremos a la acción conjunta de la población y las autoridades para combatir esta amenaza inminente.
Los números no mienten: según el Ministerio de Salud Pública, en lo que va de este año hasta el 28 de agosto de 2023, hemos registrado 5,145 casos probables de dengue. Esto representa un aumento del 10% en comparación con el año anterior.
Los centros médicos, tanto públicos como privados, están al borde del colapso, con camas insuficientes para atender esta peligrosa enfermedad. El dengue, una enfermedad febril que afecta a lactantes, niños y adultos, se propaga a través de la picadura de un mosquito infectado, el Aedes aegypti.
Los síntomas van desde fiebre moderada hasta fiebre alta incapacitante, dolores severos y sarpullidos. Lo que es más alarmante es que puede evolucionar hacia formas graves con dificultad para respirar, sangrado severo y complicaciones en los órganos. Y lo peor de todo, no existe una vacuna ni un tratamiento específico para el dengue.
¿Qué podemos hacer? La respuesta es simple pero fundamental: la prevención y el control del dengue deben ser intersectoriales e involucrar a cada familia y comunidad. La responsabilidad no recae únicamente en las autoridades, sino en cada uno de nosotros. Es hora de reducir nuestro uso de plástico, ahorrar energía y apoyar prácticas sostenibles. Las autoridades de Salud Pública están tomando medidas, pero necesitan el apoyo de todos nosotros. La fumigación y los operativos de descacharrización son esenciales para eliminar los criaderos del mosquito Aedes aegypti.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que el aumento de casos se debe al comportamiento cíclico del vector y a los efectos climáticos del fenómeno de La Niña.
La mayoría de los países de las Américas enfrentan una crisis con más de 3 millones de nuevas infecciones, superando las cifras del 2019, un año ya marcado por la alta incidencia de la enfermedad. Debemos superar la preocupación pasiva y actuar. Nuestra ocupación principal debe ser contribuir a la prevención del dengue y la preservación de vidas.
No esperemos a que sea demasiado tarde. Además del llamado de las autoridades a mantener la calma, es urgente que la población obedezca las recomendaciones preventivas y, ante cualquier síntoma, acuda de inmediato al centro de salud más cercano.
La alarma suena, y la respuesta está en nuestras manos. Proteger nuestras vidas y las de nuestros seres queridos debe ser nuestra prioridad absoluta. El dengue no espera, y nosotros tampoco deberíamos. Tomemos medidas ahora, juntos podemos vencer esta amenaza y asegurar un futuro más saludable para todos.