Anya Taylor-Joy, la actriz nómada dispuesta a cambiar las reglas del juego en Hollywood
Anya Taylor-Joy nació en Miami en 1996. Viajó a Argentina junto a sus padres y sus cinco hermanos entonces.
Pasó allí seis años. Se mudó después a Londres. Estudió en el elitista colegio Hill House de la capital británica.
Se inició en el ballet y una década después de llegar a la capital británica vivió una de esas historias que parecen estar solo reservadas a las supermodelos de antaño: una de las scouts de Storm Models la paró en un centro comercial y la convenció para que entrara en el mundo de la moda.
Un par de años más tarde firmó su primer contrato con un agente cinematográfico, en 2015 protagonizó la aplaudida película de terror La bruja y se convirtió, casi por arte de hechicería, en uno de los rostros más demandados del mundo del audiovisual.
En apenas cinco años y con un acento al hablar en el que todavía se cuela algún deje argentino, Anya Taylor-Joy se ha posicionado como una de las actrices jóvenes más relevantes de la actualidad.
En 2017, tras encadenar tres potentes estrenos en tan solo unos meses –protagonizó Múltiple, a las órdenes de M. Night Shyamalan, Purasangre y El secreto de Marrowbone– la crítica siguió alabando el trabajo de la intérprete. Unas alabanzas que se materializaron en su nominación en los premios Bafta como joven promesa (galardón que se llevó entonces Tom Halland ) y en la consecución del reconocimiento que Chopard otorga en el Festival de cine de Cannes en cada una de sus ediciones a los debutantes con mayores perspectivas de futuro.
Tras dos años en los que la única aparición relevante de Anya Taylor-Joy tuvo lugar en la MET Gala de 2018 –donde acudió como embajadora de Dolce & Gabanna–, en 2019 la actriz volvía a interpretar el papel de Casey en Glass, la secuela de Múltiple, de nuevo a las órdenes de Shyamalan.
Lejos de conformarse con ser una de las nuevas jóvenes musas del cine de terror, empezaba a interesarse por papeles más arriesgados. Puso voz a uno de los personajes principales de Cristal Oscuro: La era de la resistencia, la serie de Netlix que retomaba la historia del clásico del cine de animación de Jim Henson, entraba en el elenco de Peaky Blinder en el papel de Gina durante la quinta temporada y se lanzaba a encarnar a Emma en una nueva adaptación del clásico del mismo título de Jane Austen que dirige una debutante en el mundo del largometraje.
Lo que en un principio podría haber sido percibido como un atrevimiento por parte de una casi recién llegada a, ha terminado por entregar una de las mejores versiones audiovisuales del clásico literario.
Tanto es así que medios especializados en las carreras a los grandes premios como Next Best Picture, ya incluyen a la versión de 2020 de Emma entre las contendientes independientes que deberían entrar en todas las quinielas de cara a los premios Oscar del próximo año.
Los huecos en las categorías interpretativas están reñidos, pero no así en las técnicas, en donde esta fresca reinterpretación, que aterriza en cines españoles el 30 de octubre, podría hacer ruido.
Fuente: Vogue
Autor: Alberto Sisí Sánchez
Fotos/ Yahoo