Así no Fefita

Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz

Con más de 83 mil reproducciones y una lluvia de críticas se ha difundido un video  en el que se observa a una niñita de unos 6 años imitando con movimientos indecorosos, en un espacio laboral, a nuestra artista e icono del acordeón Manuela Josefa Cabrera Tavares, mejor conocida como Fefita La Grande.

Desde este espacio de promoción de paz y defensa a la no violencia contra las mujeres, queremos llamar a la reflexión  de la reconocida artista, a quien en el video la vimos celebrando y estimulando a la niñita a realizar movimientos sensuales impropios de su corta edad,  frente a un público inconsciente  que la aplaudía  y reía a  carcajadas justificando y promoviendo la acción.

Esta deprimente escena es sólo una muestra de los antivalores  que como sociedad criticamos y que tanto algunas personas toleran y fomentan sin mantener una coherencia entre su palabra y accionar.

Si queremos erradicar las desigualdades que existen en una cultura machista como la nuestra, tenemos necesariamente que educar desde la primera infancia para que las niñas conozcan que su esencia está en sus capacidades y en valores, no en su cuerpo, como objeto de placer visual para la población masculina.

Como madre y ciudadana responsable no puedo quedarme indiferente ante acciones bochornosas como estas, ya que sería tolerar lo indeseado,  incorrecto,  vergonzoso y desatinado del accionar de la artista y de quienes presenciaron  y apoyaron un espectáculo de mal gusto, incluso frente a la fotografía de nuestro padre de la patria Juan Pablo Duarte.

La música y los artistas tienen mucho poder de influencia en sus receptores, por ello su nivel de conciencia han de mantenerse siempre para brindar en mejor de los ejemplos ya sea en el contenido de sus letras, en la forma de sus bailes y en su comportamiento ético ante el público.

Entre las críticas al hecho se preguntaban dónde estaba la madre de la niña y yo me pregunto y donde estaba el padre también, ambos responsables de estimular movimientos indecorosos a tan corta edad, que lejos de beneficiar a su hija, le perjudican su moral y buenas costumbres.

Bien sabemos que errar es de humano, pero tenemos la capacidad de  reflexionar sobre las acciones impropias y vergonzosas que cometemos y enmendarlas, lo cual  nos engrandece, más aún si sabemos el poder de influencia que tenemos.

Es por ello que desde este espacio le decimos “Así no Fefita”, todo su potencial talento puede brindarlo de forma positiva y más aún ante niñas que con orgullo la imitan para seguir su legado artístico que de seguro ha logrado con muchos sacrificios a través de toda su trayectoria en el arte.

Sería muy hermoso de parte de la artista,  que en lugar de promover el morbo con movimientos de cintura, caderas y glúteos, utilizara su tiempo, talento y experiencia para fomentar que más niñas aprendan a tocar un  instrumento musical armónico de viento como es el acordeón.

La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia

@Yanira_Fondeur