La JCE advierte de nuevo no están permitidas carpas ni campaña política
Canción al irrespeto y falta a la dignidad humana
Pienso y luego escribo
Iranna Flaviá Luciano
Hay que ser una persona muy carente de amor por el prójimo y de humanidad para escribir letras de canciones que traten de afectar a niños o adultos con el Trastorno del Espectro Autista o Síndrome de Down.
Recientemente estuve viendo en la prensa como rechazaban totalmente la canción de Residente “Mis Disculpas”
Solo leí la noticia y no quería en realidad ni entrar en materia con esta canción y leerla detenidamente, pues solo de ver algunas frases ya me daba mucha pena por quien la escribió. Ataca también a personas invidentes.
Son muchos los medios y las celebridades que se han hecho eco, y que han expresado su contradicción hacia este tipo de iniciativas, que buscan crear en la persona que la escucha una aceptación.
No es cuestión de rebeldía ni de querer llamar la atención por quien escribió estas letras, esto va más allá.
Como público consumidor de materiales es cuestión de estar alertas cuando personas sin sentimientos quieren entrar en nuestros oídos para desde el inicio sacarlos de paso.
Este tipo de materiales no deberían ni de pasar en la radio, por ser una falta a la dignidad humana.
Ciertamente tener una condición de Autismo, Síndrome de Down, o de ceguera, entre otros, que menciona abiertamente en esta canción o en sentido figurado no es la persona quien lo elige.
Hay que tener el caso en sus hogares, vivirlo día a día, para ver la labor que conlleva tener un niño o un adulto con esta condición.
Se aprende a amar fuertemente teniendo un niño Autista o con Síndrome de Down; se aprende a admirar a estos seres humanos que tratan de abrirse paso en el mundo y comprenderlo aún en muchas ocasiones sin poder hablar.
Ser madre de un niño autista en una labor altruista y de amor acompañada de muchas satisfacciones, que llena y te hace mejor ser humano.
Pienso y luego escribo: Sólo podemos dar de aquello que estamos llenos.