Cerrando fila con el Presidente ante crisis haitiana
Editorial
Nadie puede ignorar e intentar minimizar los grandes sacrificios que ha tenido que asumir la República Dominicana ante la grave crisis política, económica y social que sacude a Haití hace ya varios años, la que, se ha agudizado tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse.
Incluso, ningún otro país ha sido tan solidario con los haitianos como el pueblo dominicano, albergando a millones de esos ciudadanos que están esparcidos a nivel nacional, huyendo de la miseria, inseguridad y desestabilización de ese territorio.
Hay otros que vienen a estudiar a las universidades dominicanas, incluidas la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y en academias privadas.
Por eso, la irrespetuosa y desconsiderada declaraciones del canciller haitiano Claude Joseph al intentar compararnos con los niveles delincuenciales de su país, merece nuestro repudio e indignación.
Se trata de una grosera y torpe acción de un funcionario que en vez de estar concentrado y preocupado por el precipicio en que se enrumba su nación, pretende sarcásticamente igualarnos con ese desorden institucional y de violencia que estrangula a los haitianos.
No podemos dejar pasar por alto ahora ni nunca tan desafortunado comentario.
Es inaceptable que se pretenda justificar el clima de inseguridad, destrucción y violencia callejera que socava a Haití, aduciendo como lo hizo el canciller Joseph, cuando dijo que República Dominicana vive un “aumento de la delincuencia”.
Luego de su histórico discurso en septiembre pasado ante la Asamblea General de la ONU, en la que demandó auxilio urgente de la comunidad internacional a Haití, el presidente Luis Abinader ha dado seguimiento, y recientemente visitando a Panamá, donde firmó con el presidente de esa nación y su homólogo de Costa Rica, una declaración pidiendo el desarme de bandas haitianas.
Esta semana Abinader volvió a pedir a la comunidad internacional, en particular Estados Unidos, Canadá, Francia y la Unión Europea, actuar en Haití con urgencia. Advirtió que la República Dominicana continuará el plan anunciado con medidas migratorias más estrictas.
Ante todo este panorama, el Papa Francisco pidió al liderazgo mundial no abandonar a Haití.
“Pienso en la población de Haití, que vive en condiciones extremas. Les pido a los líderes de las naciones que apoyen a este país, que no lo dejen solo. Cuánto sufrimiento, cuánto dolor hay en esta tierra. Oremos juntos por Haití, no los abandonemos”, escribió el pontífice.
El momento histórico que nos rodea demanda de la unión de todos los ciudadanos dominicanos que se sientan comprometidos con el presente y futuro de su Patria.
El presidente Abinader con mucha firmeza ha planteado las medidas excepcionales adoptadas en la frontera que separa a República Dominicana de Haití, advirtiendo que la seguridad nacional está por encima del comercio y el intercambio consular con nuestro vecino.
Ante la gravedad de la situación haitiana, ello explica porque el Gobierno dispuso el despliegue de 11 mil efectivos de los cuerpos de seguridad del Estado en los alrededores de la franja fronteriza, movilizando, además, aviones, helicópteros y drones.
«Mi responsabilidad es proteger la seguridad del pueblo dominicano y la frontera está segura», ha dicho el jefe de Estado dominicano.
Toda la sociedad dominicana al unísono tiene que respaldar esas medidas dirigidas a la protección de nuestro espacio territorial.
Nos convoca el amor hacia el terruño y la seguridad de nuestros propios hijos.
Editorialista Manuel Díaz Aponte
Imagen: Presidencia de la República