China, brazo protector migratorio de RD
Manuel Díaz Aponte
Geopolítica global
Que una potencia como China esté apoyando a República Dominicana en su política migratoria es un reflejo de cómo gira la geopolítica mundial, y, es, además, un acontecimiento de un peso específico, que nadie osaría subestimar.
No es algo simple, la República Popular de China es de los cinco países miembros permanentes con poder de veto del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y su voto en ese organismo junto con la Federación de Rusia es determinante.
Los restantes tres miembros son Francia, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Estados Unidos de Norteamérica.
En consecuencia, cualquier intento de imponer “sanciones” a República Dominicana en el seno de la ONU por su legítimo derecho de aplicar su normativa migratoria ante el desbordamiento de la inmigración haitiana, tendrá respuesta de China.
La hegemonía estadounidense vinculada al sistema geopolítico mundial ha cambiado a partir del liderazgo y preponderancia de China en las decisiones de poder reflejadas en los ámbitos diplomáticos y comerciales, por eso, la unipolaridad ha cambiado y gira hacia un escenario compartido, donde se advierte que el gigante asiático fortalecerá su padrinaje en América Latina.
El gobierno del presidente Xi Jinping tiene una línea clara: no interferir en los asuntos internos y migratorios de otros países y ha reconocido el legítimo derecho de la República Dominicana de aplicar sus leyes de inmigraciones.
La consejera y encargada de Negocios de la Embajada de China en el país, Zhou Yugi, rechazó la migración ilegal, al mismo tiempo, de respetar la política migratoria de las autoridades dominicanas.
Tras sostener un encuentro privado con el presidente Luis Abinader, en su despacho del Palacio Nacional, la funcionaria que representa al gobierno del presidente de la República Popular de China, Xi Jinping, ponderó los alcances de las relaciones bilaterales entre ambos países.
Relación Comercial
Citó, que actualmente, China y República Dominicana tienen una sólida relación comercial, reflejado en el hecho de que el año pasado, por primera vez, el volumen de comercio bilateral superó los cuatro mil millones de dólares.
En ese sentido, observó, que, “y este año, en los primeros 10 meses ya logramos superar esta cifra, por segundo año consecutivo”.
No podemos olvidar, que en la etapa crítica de la Covid-19, fue precisamente China, la que nos facilitó el suministro de vacunas para afrontar la pandemia. En efecto, el gobierno compró a China unas seis millones 268 mil dosis de vacunas Sinovac y recibió en términos de donación unas 50,000.
Estados Unidos, Canadá y otros países occidentales nos bloquearon el acceso a la compra de vacunas en esos días tan difíciles, que llenaron de pánico, confusión e incertidumbre a la ciudadanía.
De no haber sido por la impronta del gobierno en los operativos masivos de vacunación de la población, hoy estaríamos frente a una verdadera tragedia en el país.
Respeto a la soberanía
“Hace pocos días hicimos una declaración a los medios de prensa, explicamos, la parte China siempre respeta la soberanía de todos los países y siempre respetamos las decisiones tomadas independientemente por los gobiernos”, aseguró la consejera y encargada de Negocios de la Embajada de China en el país, Zhou Yugi,
Lejos de significar una presión insostenible para los dominicanos, la actual crisis haitiana ha servido entre otras cosas, como puente unificador de criterios para rechazar unánimemente las pretensiones de organismos internacionales de instalar en el país centros de refugiados.
La firme posición gubernamental ha concitado a la vez el respaldo de prácticamente todos los sectores nacionales, incluyendo líderes políticos opositores, empresariales, sindicales, legisladores, medios de comunicación, artistas, intelectuales, periodistas, representantes de las iglesias y de manera preponderante del Instituto Duartiano.
Crisis haitiana
El presidente Luis Abinader ha tenido el valor de no aceptar el asentamiento de campos de refugiados haitianos en el país, como lo sugirieron representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Igualmente, la Dirección General de Migración ha preservado la repatriación hacia Haití de los indocumentados.
Muchas calumnias contra República Dominicana comienzan a desvanecerse y ya hasta la propia Unicef, ha reculado admitiendo que no se ha producido la repatriación de menores sin el acompañamiento de sus padres como originalmente expresó su representación local.
El pueblo dominicano ha respaldado la posición de las autoridades de no permitir el asentamiento de haitianos en el territorio nacional, evidenciando que la preservación de nuestra identidad preocupa e interesa a los diversos estratos sociales del país.
Ello se refleja, precisamente, en el nivel de aceptación entre la población que tiene actualmente el presidente Luis Abinader, con un 73.0%, según varios estudios investigativos difundidos.
El autor es periodista y profesor de comunicación social.