¿Cómo se atreven? La adolescente Greta Thunberg a líderes mundiales
Editorial
En los días más recientes, previo a la 74 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, iniciada el lunes 23 de septiembre, en Nueva York, el mundo ha sido impactado por Greta Thunberg.
Con 16 años edad, Greta, de Suecia, le ha enrostrado al liderazgo mundial su indiferencia, inercia y apatía ante la urgente necesidad de enfrentar el cambio climático.
Ella, con la condición del síndrome de Asperger, un trastorno del espectro autista, es el nuevo rostro de un movimiento mundial de jóvenes que exigen acciones inmediatas contra el calentamiento global.
Su madre, Malena Ernman, cantante de ópera; su padre, Svante Thunberg, actor, y su hermana pequeña, Beata, tomaron consciencia del combate de Greta cuando ésta cayó en depresión por el Síndrome de Asperger.
Greta tomó fama mundial a los 15 años cuando decidió faltar a la escuela cada viernes para ir a protestar al Parlamento de Suecia por la reducción efectiva de las emisiones de carbono. Sobre un cartón blanco, pintó con tinta negra Skolstrejk för klimatet (huelga escolar por el clima).
Así nació el movimiento ‘Fridays For Future’ (Viernes por el futuro), que inspiró a miles de jóvenes alrededor del mundo y que el viernes pasado generó movilizaciones en más de cien países.
«Han robado mis sueños y mi niñez con sus palabras vacías (…) Estamos en el comienzo de una extinción masiva, y de lo único que ustedes pueden hablar es de dinero y cuentos de hadas de crecimiento económico eterno. ¿Cómo se atreven?», dijo a los líderes en la apertura de la Cumbre de Acción Climática de la ONU.
Con ojos llorosos, y voz temblorosa, pero con actitud determinante, su conmovedor y cotundente mensaje ha sido difundido por los grandes medios del mundo, y admirado por el mismo secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Y precisamente, la ONU espera que cita sobre el clima propicie medidas convincentes que logren limitar al menos en 1,5 grados centígrados el aumento de las temperaturas globales en los próximos años.
La gran preocupación de Greta por el deterioro del planeta debe llegar a cada rincón donde habitan humanos, y crear la conciencia, y exigir se implementen las acciones que los líderes del mundo no se han atrevido.
Todos y todas por el clima. El planeta tierra es nuestra única casa. Cuidar donde vivimos, por nosotros y por los que vienen, es un compromiso y una responsabilidad.
Que la voz de Greta siga estremeciendo y sensibilizando el mundo, pero sobre todo, que nadie robe su infancia,
ni la de los demás niños y niñas del planeta.