Con la verdad de frente
Pienso y Luego Escribo
Iranna Flaviá Luciano
Existe en muchas personas un real conflicto interno dentro de lo que es conveniente y lo que no, de lo que debe hacer y lo que no, entre lo bueno y lo malo.
No lo tienen claro, puesto que en sus adentros no se han establecido las bases sólidas y precisas para poder identificarlo.
A muchos les seduce la vanidad, el dinero, la ambición, la real competencia, ser más y mejor que los demás, por encima de cualquier situación o problema que esto pueda acarrear.
Muchos acuden a los llamados atajos, que no son más que los caminos que consideramos cortos, para lograr aquello que llamamos metas.
Pero, esos caminos cortos resultan ser los más largos de la vida, porque pueden vislumbrarse como cortos en un momento y convertirse luego en una real pesadilla.
He escuchado hablar frecuentemente que la tecnología es la que está educando hoy en día, y no hay verdad más clara y precisa que esa.
No sé en qué están pensando muchos padres de estos tiempos, que no miden las consecuencias de sus hechos, no piensan en el adulto en que se convertirá aquel niño o niña, a los que no se les han fijado los límites, no se le han expuesto la gran diferencia entre el bien y el mal, y no se les enseña a ganar lo que prefiere por méritos.
Sí, los méritos, me pregunto, qué suele hacer una persona que se le da algo que no ha ganado? Jugar con eso como si fuera un gato con una pelota sin darle el más mínimo valor, está ahí, para que cuidarlo y conservarlo, si lo tengo sin merecerlo.
Hay una cosa que siempre debe de enseñársenos desde que tenemos uso de razón, y es porque siempre será el lugar más seguro donde podamos resguardarnos: La verdad.
Sí, la verdad, porque es el único lugar donde pueden ir a buscarnos y estaremos a salvo, no daña, no contamina y por algo existe.
No es un mito que hablarla nos aleja de todos los males, y no es la gran diferencia entre pedir perdón o pedir permiso.
Pienso y Luego escribo: No hay realidad más ineludible que aquella que dice: La verdad os hará libres.