Coronavirus, llamado a la conversión
Por Leonor Asilis
Rincón Digital
En medio de la pandemia terrible que nos afecta, nos provoca meditar a lo personal, nacional y global que debemos hacer para enfrentarla.
El primer llamado es convertirnos a Dios.
Esto así porque nos enfrenta a la muerte, nos la enrostra y nos la acerca, y con esto, nos recuerda que tarde o temprano, sea que nos toque y podamos o no superarla que eventualmente nos encontraremos cara a cara con Dios y a El deberemos rendir cuentas.
Este futuro acontecimiento nos llenará de miedo o por el contrario, de confianza en la medida que hayamos sido fieles a su voluntad porque hemos sido creados para alabarle y bendecirle no solo de palabra sino de obras.
Para saber su voluntad no podemos alegar ignorancia porque ésta se revela en su Palabra y sobretodo en su ejemplo de vida a través de su hijo Jesús quien vivió haciendo el bien, y descubriendo de forma puntual y personal en nuestra conversación permanente con El (orad sin cesar).
En resumen, y lo puedo decir con propiedad porque en cierta forma y en gran medida (distinta) pero personal, viví en mis chequeos rutinarios luego de un cáncer de tiroides, año por año hasta que me dieron de alta, la gran incertidumbre de si se regaba o no…una experiencia difícil pero aleccionadora. Me enseñó mucho y me hizo redescubrir la vida en Dios. Darme cuenta de lo esencial, lo que vale, lo que es necesario. Podría decir que es prácticamente exactamente lo que vivimos.
Al menos desde mi punto de vista, porque tristemente y según veo en televisión, hay quienes toman esto a relajo y en verdad no lo es.
Es tiempo de doblar rodillas, de pedir perdón al prójimo y a Dios, de buscarle, seguirle y servirle.
Implorémosle misericordia y acudamos a una gran aliada en nuestra defensa. Me refiero a María, su Madre, quien en este mes de julio celebramos el día 16 nuestra Señora del Carmen.
Recemos el rosario en familia meditando los grandes misterios junto a Jesús nuestro Salvador, y hagamos como Ella nos indicó, lo que El nos diga.