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¿Cuánto más seguirás perdiendo por miedo?
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Laura Saint-Hilaire
Buzón de mis Reflexiones
La vida es una, tenemos cada día el compromiso y la oportunidad de hacer aquello que llene nuestra alma.
De brindarle amor a nuestros seres queridos, de ayudar a los demás, de contribuir con el bienestar social, de no sólo ser “Gente” sino más bien tener “Don de gente”.
Es decir, estar abiertos siempre a mejorar, a colaborar uno con los otros, a evolucionar y ser evolucionados. Y todo este compendio de acciones humanas solo pueden darse por hecho cuando reconocemos nuestros errores y se formulan nuevas acciones que logren encaminar al ser humano lleno de miedos, dudas, inquietudes y demás emociones que no sólo nos cohíben en un momento dado, sino que puede servir como una retroalimentación de lo que somos y queremos llegar a ser.
Me explico: El miedo es la percepción de peligro o riesgo ante algo determinado, que puede ser real o imaginario.
Pero si lo llevamos a un plano más analítico, es beneficioso abrazar las olas del miedo en todos los niveles que la vida nos traiga. Porque es una terapia saludable, nos revitaliza el hecho de afrontar una situación; somos seres que actuamos por instinto en muchas ocasiones y cuando lo combinamos con la actitud correcta para afrontar todo aquello que sea una amenaza, obtenemos resultados inquebrantables y sanadores.
Por lo tanto, es indispensable sentir miedo, es necesario incluso; siempre y cuando el patrón a seguir sea vencerlo, llevarnos el aprendizaje de dicha experiencia reconociendo nuestras capacidades o medios para afrontarla es una respuesta impresionante de la mente humana, tener la fuerza de voluntad de con tan solo una emoción, lograr cambiarla por completo es sencillamente fascinante.
Como joven creo firmemente que los rasgos en mi personalidad, profesionalidad e integración social, son resultado de grandes batallas ante el “miedo” y que este ha transformado mi carácter para forjarme como ser humano en todos los planos de mi vida.
Otorgarnos el voto de confianza como seres humanos, de que ante las circunstancias de la vida siempre podremos conllevar un manejo para superar las adversidades, es fundamental para crecer.
Es más en mi opinión, considero que el miedo debería normalizarse, es una de las pocas sensaciones negativas que pueden sacarnos de nuestra zona de confort y llevarnos al próximo nivel, el esfuerzo por vencerlo nos hace ver un campo de posibilidades que nos transportan hacia el plano quedamos.
Pero hay que resaltar la interrogante que dio pie a todo este pensar:
¿Cuánto más seguirás perdiendo por miedo?
Todos en algún plano de nuestras vidas, hemos tenido esta interrogante saltando de un lado para otro en nuestro subconsciente, por el mismo hecho de que todos hemos percibido el miedo. El error más común es dejar que dicha sensación se aproxime demasiado al dominio de las demás emociones, pues se fomentará una situación más agravada y por tanto tendremos más limitaciones al momento de querer avanzar.
Es preciso buscar la manera para desligar el miedo de la situación que estemos afrontando o en ciertos casos de las personas que causan esto en ti. Cuando llegamos al punto de perder nuestra identidad, una gran oportunidad profesional y sobre todo perder a alguien o nuestros familiares, solo por un temor absurdo a lanzarnos hacia el famoso vacío, estamos dejando de hacer lo más importante “VIVIR” y entonces pasamos a la cuestión ante importante de todo esto…
¿Esto realmente es VIVIR? Entonces nuestra perspectiva de ver las cosas cambia, somos más flexibles a pensar que lanzarnos al vacío puede llenarnos, que arrepentirnos puede sanarnos, que aun teniendo todas las fichas para acertar, nunca lo hacemos. Pero que al mirar hacia atrás y ver lo recorrido, hemos reconocido lo pleno que es estar vivos y el significado impresionante que es VIVIR.
La autora es comunicadora y actriz
Labora en el programa Al Ritmo de la Noche TV, Nueva York
IG @laurasainthilaire