Cuarentena Para el Alma *Video
Adelina Jorge
Con Adelina
Mis excusas por la ausencia de estos días. Estoy segura que todos nos hemos visto atrapados en la vorágine suscitada por la minúscula partícula de vida que hemos denominado, Covid-19.
Como parte del grupo de profesionales dedicado a transmitir información cada día, ha sido bastante difícil mantenernos vigentes y a la vez proteger nuestra salud y la de nuestros colaboradores. Obviamente la mayor parte de nosotros se encuentra en aislamiento voluntario o como muchos expresan, estamos en “Cuarentena”.
Un momento muy difícil para todos, no solo por el confinamiento físico sino también por el miedo, la impotencia y el apego a tantas comodidades que hemos concebido como indispensables para nuestro bienestar.
Debido a que no soy inmune a estos sentimientos y el aislamiento me pega fuerte, preferí intelectualizar el asunto y perseguir mi curiosidad al investigar la raíz y significado de la palabra cuarentena. Quizás me ayudaría por eso de que “mal de muchos, Consuelo de tontos”.
Encontré muchas referencias a las causas sanitarias que han ocasionado este tipo de medidas en el planeta. La verdad, esto no ayudaba mucho, sin embargo, algo sí fue efectivo. Preferí hacerle caso a una cosquillita que tenía ahí, en ese lugar intimo que algunos llamamos alma, que me llevó lejos del diccionario y transportó mis pensamientos a esos cuarenta días que Jesús pasó en el desierto. Una cuarentena literal donde sometió su cuerpo y alma a un ayuno de alimentos, bebida y compañía. Un aislamiento voluntario donde reunido solo con el Padre logró prepararse para enfrentar el calvario que le esperaba.
Hay mucho que aprender del maestro independientemente de la naturaleza de nuestras creencias espirituales. Me pareció más que aleccionador su ejemplo y a partir de esa meditación cambió mi percepción de mi “desierto”, muy segura de que como el Señor, saldremos de esto fortalecidos en Espíritu y en verdad.
Comparto a continuación algo de lo que va floreciendo en mi conciencia, quizás ayude a alguien:
- Soledad es diferente a solitud, siendo este último un estado en donde el alma reposa en quietud. Es cuando nos dedicamos un momento a nosotros mismos, a conocernos mejor, a meditar sobre lo que sentimos y a observar aquellos comportamientos que ya no están alineados con nuestro propósito. La meditación y la oración son excelentes métodos para centrarnos. Aprovechemos este tiempo.
- Puedo tener una cita conmigo misma, después de todo soy una persona a quien me gustaría conocer mejor. El ajetreo nos distrae y cuantas veces nos olvidamos de sacar a pasear ese niño interior. Aquel que merece ser mimado, alimentado, cuidado con ternura. Un menú extenso de pequeños placeres ha salpicado mis días; Una siesta a la hora que yo quiera, un batido de frutas saludable, cocinar una receta de familia, dibujar, leer lo que se me antoje, conversaciones telefónicas más largas, etc.. en fin, los ingredientes y la receta son únicos para cada persona, pero hazlo ahora.
- Soy humana, todavía siento amor y misericordia por el prójimo sin importar razas ni confines sociales. He llorado a los chinos y a los italianos, siento miedo por mi familia, oro por mi país, por mis autoridades y por el niño que veo en aquella esquina que no tiene quien lo cuide. Valoro más a mis amigas, amo con fervor a mis hijos y busco en humildad la cara de aquel Dios que me ama y que todo lo puede.
La cuarentena acabará y El alma de muchos despertará.
Que Dios los guarde y les bendiga.