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Cuidemos nuestras familias
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
El próximo miércoles 15 de mayo se conmemora el 30 aniversario del Día Internacional de las Familias, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para crear conciencia del papel fundamental de las mismas en la educación y desarrollo de los hijos e hijas.
Desde este espacio de promoción de paz queremos invitarles a reflexionar y cuestionarnos cómo marcha nuestra dinámica familiar día a día.
Iniciemos preguntándonos ¿Qué tan buena comunicación mantenemos a lo interno de nuestra familia?, ¿Cómo es la calidad de tiempo que dedicamos a nuestros descendientes?, ¿Aceptamos las diferencias de criterios con respeto o tratamos de imponer siempre nuestras razones? y ¿Nuestra conducta es de exceso de autoridad o permisividad?
Asimismo cuestionémonos ¿Conocemos la música, las películas de preferencias de nuestros descendientes, quienes son sus ídolos y por qué les siguen? y ¿Sabemos si actúan nuestros hijos conforme a los valores inculcados o por influencias externas?
La familia ha de ser la primera fuente de amor, comprensión, de límites claros, de crianza respetuosa, en fin un espacio donde desde la infancia nuestros hijos sientan que se les quiere incondicionalmente y son protegidos.
Y es que, el amor familiar en la infancia influye a futuro en los niños y niñas dándoles mayor seguridad, desenvolvimiento, alegría y regulación de sus emociones.
Sin embargo, lamentablemente esta realidad no la viven la mayoría de los niños, niñas y adolescentes en nuestro país, ya que, un 54 por ciento se mantienen con la ausencia del padre, la madre o ambos y en un 64 por ciento son disciplinados bajo malos tratos, ya sea verbal o físicamente.
Es por ello que, siempre insistimos en reiterar que educar no es maltratar y que podemos ser capaces de corregir una acción negativa sin lacerar el amor propio del hijo o la hija.
Bien sabemos que, ningún acto de violencia tiene justificación y hasta etiquetarlos como el tímido, el hiperactivo, el flaquito, la gordita y muchos más, va generando en ellos acciones discriminatorias que afectan su autoestima y sano desarrollo.
La perfección en las familias no existe, pero si es posible que podamos abonarla con palabras estimulantes cada día, sin dejar por sentado que cada miembro sabe que es querido.
Tengamos presente que mirarles a los ojos es determinante para la conexión de una buena comunicación, para hacerles sentir que si son escuchados en sus inquietudes, ya que en cualquier edad tienen mucho que consultar y opinar.
Resulta penoso observar a familias que salen almorzar, donde cada miembro observa su celular, en lugar de desconectarse de las redes y vivir a plenitud ese tiempo especial con los seres queridos.
Realizar actividad en unidad contribuye a optimizar las relaciones familiares, además de que cada miembro sepa que tiene su red de apoyo disponible en cualquier momento.
La familia es un tesoro que debemos cuidar cada día con esmero y con pequeños, pero significativos detalles y si así lo hacemos viviremos excelentes momentos de unidad, alegría y paz.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur