Décimo aniversario de Fundación Vida Sin Violencia
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Una década ha transcurrido desde que un grupo de compañeras nos uniéramos, como parte de la sociedad civil, para aportar a la prevención de una problemática que desgarran corazones y vidas como son la violencia intrafamiliar y de género.
Para el año 2009 no contábamos con local, pero sí con la voluntad férrea de llevar conocimiento, luz y esperanza a la ciudadanía de que educar en valores e igualdad favorecía a la convivencia pacífica.
Recuerdo que la iniciativa surgió a raíz de valorar la maravillosa labor que desarrollaba en el Centro de Atención a Sobrevivientes de Violencia, dependencia de la Procuraduría Fiscal del Distrito Nacional, para ofrecer herramientas que preservaran la salud física, mental y emocional de sus usuarias.
No olvido la emoción que sentí en el primer encuentro navideño que se hizo en ese centro, apenas unos meses después de su apertura, en la que las usuarias dieron testimonios de cómo se sentían acogidas en un hogar donde reinaba amor y respeto, gracias al extraordinario y comprometido equipo de profesionales que con la coordinación de la licenciada Solange Alvarado, quien nos brindó nuestro primer taller de capacitación, diciéndonos posteriormente “Hagan camino al andar”.
Y así seguimos formándonos con reconocidos especialistas en la problemática social, de salud pública y de derechos humanos en la que cada testimonio que escuchábamos nos permitían ver la complejidad y lo multicausal las mismas.
Contrario a lo que se considera en nuestro país, la Fundación Vida Sin Violencia no tenía como misión obsequiar canastillas, mochilas, libros, medicinas u otros artículos, sino que nuestros proyectos serían siempre educativos, tratando de crear conciencia de que mientras las acciones pacíficas construyen, los malos tratos destruyen.
Muchas han sido las satisfacciones en este trascurrir de una década, cuando sentimos que ofrecemos herramientas útiles para que las jóvenes aprendan a conocer las primeras señales de violencia en el noviazgo, que los infantes se eduquen sobre el abuso sexual, que los docentes reconozcan un alumno afectado por acoso o acciones violentas que ellos mismos normalizan, que las familias fomenten sus relaciones armoniosas y la población masculina entienda que respetar a su pareja, expresar sus emociones y accionar en el hogar también les beneficia.
Sabemos que trabajar en prevención es una labor a largo plazo, que las acciones pacíficas debemos construirlas diariamente y que vivir en una sociedad libre de violencia es un compromiso que deberíamos asumir personalmente en cada espacio en que nos encontremos, porque de lo contrario seguirán siendo insuficientes los esfuerzos que se realizan desde el Estado, la sociedad civil y los medios de comunicación.
Mis felicitaciones a cada una de mis compañeras, nuestro agradecimiento al equipo de profesionales de la conducta que nos han acompañado en cada charla y taller ofrecido, a todas las instituciones, empresas y personas que durante esta década nos han mostrado su apoyo incondicional.
Seguimos sembrando semillitas de paz!!!
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia
@Yanira_Fondeur