Tendencias de la moda que arrasarán esta primavera-verano 2025
Dejando huellas
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
Vivimos con el propósito de alcanzar sueños y metas a nivel personal y profesional, pero también estamos obligados a transmitir valores, actitudes y comportamientos que constituyan huellas para promover el fomento de la paz y el amor.
Si partimos de la frase “Enseñar es dejar una huella en la vida de una persona” y del proverbio árabe “Las cosas no valen por el tiempo que duran, sino por las huellas que dejan”, debemos colegir que cada día y en todas las ocasiones tenemos la oportunidad y el deber de plasmar nuestro legado en nuestro accionar.
Y para que esa enseñanza que queremos trasmitir perdure, una condición principal es que debe ser positiva, que genere bienestar, gozo, tranquilidad de espíritu y sabiduría en los retos que hemos de enfrentar.
Sabemos muy bien que cambiando nuestros pensamientos transformaremos nuestras acciones, por lo que les invito a que juntos y juntas dejemos huellas en nuestros entornos, en nuestras familias, amigas y amigos, lugar de trabajo y de diversión, en fin, en donde estemos, aunque sea ocasional.
Al despertar agradezcamos el regalo de un nuevo día y enseñemos a nuestros hijos e hijas que así mismo lo hagan y le entreguen cada amanecer al Todopoderoso, para que dirijas nuestros pasos según su voluntad y no la nuestra.
Les invito a que iniciemos la mañana con actitud alegre, dejando una huella de positivismo contagioso, con el convencimiento de que tenemos un plan de vida con altas y bajas, alegrías y tristezas, estrés y calma y que en nuestra actitud reside el poder de mantener el equilibrio en cualquier circunstancia.
Les invito a que dejemos la huella de sonreír al prójimo, llevándonos de la enseñanza de la Madre Teresa de Calcuta que “La paz empieza con una sonrisa”.
Vamos a dejar la huella de saludar a quienes nos encontremos, sin importar si los conocemos, norma de cortesía elemental que abre tantas posibilidades y muchas veces sentimos su práctica en las relaciones humanas.
Te invito a dejar la huella de empatía con quienes se acercan a ti, con algún problema buscando ayuda o palabra de aliento, comprendiendo sus sentimientos y emociones y que les motive a encontrar la solución a la situación por la que atraviesan.
Vamos a dejar la huella de resaltar las virtudes y o los defectos de quienes te rodean en la familia o en el trabajo, porque ello constituye un estímulo a ser mejores personas. Recordemos que un incentivo vale más que un reproche cuando queremos ver un cambio de conducta.
En definitiva dejamos huellas positivas, cuando nos esforzamos en ser mejores personas cada día, en aportar a la construcción de familias más estables, de una sociedad más justa y equilibrada y de un mundo en donde la paz vence a la violencia.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.