Descartemos frases sexistas
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
Vivimos lamentando los constantes feminicidios, los altos niveles de violencia de género en nuestra sociedad y el mundo, pero me pregunto ¿Qué estamos haciendo para promover la igualdad de derechos entre hombres y mujeres?
Bien sabemos que, la educación es determinante para lograr cambiar creencias, actitudes y comportamientos y es por ello que, hoy dedico esta columna, a reflexionar sobre la necesidad imperante de que dejemos de usar expresiones culturales sexistas, que promueven la cultura machista y minimizan a las mujeres.
En nuestra sociedad es muy común escuchar a un padre o a una madre decir “Eres el hombre de la casa”, expresión que le confiere el poder de dirección y protección al hijo respecto a su hermana, creando así un modelo de enseñanza desigual, que no aporta en absoluto a una relación familiar justa e igualitaria.
“Los hombres no lloran”, frase muy usual de los padres, con el propósito de diferenciarlos de las mujeres; y nos preguntamos ¿Por qué no pueden? Es que acaso son robots que no tienen sentimientos. ¿Creen los padres que la manifestación de dolor del hijo, al cual tienen todo el derecho, les hará perder por completo su masculinidad? Los hijos, al igual que las hijas, tienen derecho a expresar su sentir ante cualquier conflicto que les afecte y una vez liberado de tensión, pueden expresar mejor sus emociones a través de un dialogo abierto, comunicación y escucha afectiva.
“Habla alto, que tú eres un hombre” y nos preguntamos ¿Desde cuándo se descubrió científicamente que la modulación de la voz puede determinar el sexo de una persona? Con esa expresión sexista también educamos con discriminación, perpetuando diferencias entre mujeres y hombres que en nada benefician a la convivencia armónica.
“No juegues con muñeca, eso es cosa de niña”, expresión con la que se limita a los varones, bajo el tendido de los roles asignados culturalmente, a que las niñas son las sumisas, las que deben atender a los demás miembros del hogar, junto a juegos de cocina, cochecitos etc. y los varones deben jugar a la guerra o con carros y pelotas.
“Corres como una niña”, frase usual que se le dice en forma de burla cuando el niño o joven no alcance la meta esperada, minimizando todo el potencial, habilidades y destrezas que tienen las chicas para lograr los mismos objetivos.
En cambio, a las niñas se les dice “Muchacha deja eso, que es cosa de varones” cuando se divierten con herramientas eléctricas, mecánicas, intentan subir un árbol así como cuando realizan cualquier actividad que represente peligro o riesgo, como si ellas sólo por la construcción social de lo “femenino” no tuvieran las mismas capacidades físicas o intelectuales.
Entendemos que, si deseamos convivir en relaciones igualitarias tenemos que necesariamente contribuir a generar el cambio, desterrando frases sexistas que perpetúan la superioridad de los hombres hacia las mujeres.
No se trata de una lucha de poder, sino de lograr el desarrollo humano de hijos e hijas más empáticos, respetuosos, con mayor autoestima y participando en los hogares y la sociedad en forman igualitaria, para lograr mayor bienestar y paz.
La presidenta es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.