Desde mi perspectiva
Alliett Ortega
Desde mi perspectiva, quiero analizar un tema a raíz de una lectura de la palabra que me crea una gran interrogante a la realidad que vivimos en nuestras instituciones públicas y todo surge a partir de, Mateot 5, 17-19 ‘no vine para abolir, sino para cumplir’, veo como el maestro expresa con mucha sabiduría el verdadero sentido de la Ley y su cumplimiento, que no se trata de imposición, sino parte de conciencia, de ser nuestra palabra.
Mi reflexión va en este sentido , en ser nuestra palabra, no todas las personas pueden afirmar este gran virtud, ya que en momentos de mantener esa palabra, alegan situaciones poco justificables, o quizás momentos, es por esto que si orientamos esta frase del profeta Mateo, y cambiando a las leyes establecidas por los hombres, en nuestro caso del Estado Dominicano, nuestras leyes , hechas por hombres en momentos y circunstancias necesarias , son los recursos que se usan para direccionar el camino a seguir.
No obstante la interpretación que se le dan dependerá bastante de los intereses que se conjuguen, y estos intereses muchas veces difieren del fin de dichas leyes, y más son intereses humanos de servirnos, entrando a lo que llamamos la ambición y el ego que caracteriza a muchos funcionarios de todos los niveles, ya que esto trasciende desde los más pequeños a los más grandes.
Es por esto que el rol del ciudadano debe cada día ser más fortalecido, brindarle las herramientas que les permitan no solo el derecho a quejarse por un mal servicio, sino también el derecho a conocer la cosa pública.
No somos buenos ciudadanos solo por el hecho del conocimiento de las leyes, es necesario conocer el fin último de estas legislaciones, que se quiere lograr con estas para evidenciar una convivencia más transparente, solidaria y de justicia.
Una ley no es buena o mala, es un estamento legal a cumplir establecido en un momento de la historia que se hacía necesario, y su cumplimiento no debe ser a según, a según mi parecer, y mi necesidad, si estamos en desacuerdo existen los mecanismos para sus modificaciones, pero mientras deben ser respetadas, y los llamados a hacer cumplir este respecto somos todos, todos los dominicanos.
Hablamos de transparencia, cero tolerancias a la corrupción cuando no conocemos el verdadero sentido de estas palabras, nuestras palabras deben ser el reflejo de nuestras acciones, ninguna acción violatoria de una ley es justificable.
Hasta una próxima reflexión.
La autora es experta en gestión de proyectos de inversión pública