Plan International y TUI Care Foundation celebran la graduación de jóvenes de
Día mundial: “Hacer de la salud mental para todas y todos una prioridad mundial”
Vivimos actualmente bajo el asedio de una serie de calamidades que pueden causar estragos en nuestra salud y bienestar mentales. Una pandemia mundial en su tercer año, conflictos y guerras prolongadas, fenómenos climáticos destructivos, condiciones económicas desestabilizadoras, violencia, discriminación, injusticia, desigualdad. Ninguna nación es inmune. El tema de este año en el Día Mundial de la Salud Mental es “Hacer de la salud mental para todas y todos una prioridad mundial”.
Debido a que suele ser mal entendida, de ser estigmatizada y, a menudo, de no ser tratada, la salud mental se ha convertido en una crisis. En el primer año de la COVID-19, la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó un 25 %, y las y los jóvenes y las mujeres (dos poblaciones a las que presta servicios el UNFPA) fueron las más afectadas.
La salud mental y la salud física están conectadas, y los males emocionales, como la ansiedad y la depresión, pueden afectar la calidad de vida de una persona, así como la de las personas que la rodean.
Este día exige comprometernos a reconocer la importancia de la salud mental, a ser más abiertos y comprensivos al respecto y a priorizar la disponibilidad y el acceso a la atención y el tratamiento.
En nuestro trabajo vemos a mujeres y niñas que conocen el trauma mental, que han sobrevivido a la violencia de género, al matrimonio infantil, a la mutilación genital femenina, a la fistula obstétrica y al abuso en línea.
Otras cuestiones ponen en peligro la salud mental de las mujeres, tales como el trabajo no remunerado, que en su mayor parte realizan las mujeres. El informe titulado Estado de la población mundial 2022 se centró en el embarazo no planificado y señaló que “suele ser un factor causal de depresión y del empeoramiento del bienestar psicológico”.
Además, la investigación “determinó que las mujeres que habían quedado embarazadas involuntariamente corrían un riesgo significativamente mayor de desarrollar depresión posparto que las mujeres que habían quedado embarazadas por elección”.
Promover la igualdad de género, poner fin a la violencia de género y a las prácticas nocivas, eliminar las lesiones traumáticas del nacimiento, como la fístula, proporcionar educación integral en sexualidad y servicios voluntarios de planificación familiar para abordar los embarazos no planificados, todo esto contribuye al derecho humano a la salud del cuerpo y la mente y, por ende, contribuye a lograr un mundo más seguro y más justo.
Fuente: Fondo de Población de las Naciones Unidas