El Agradecimiento

Pienso y Luego Escribo

Iranna Flaviá Luciano

Leyendo recientemente las noticias del espectáculo me llamó grandemente la atención un pronunciamiento de Armando Manzanero, cuando decía que hay gentes que no conocen el agradecimiento.

Y ciertamente esta es una de las frases más emblemáticas que he escuchado en poco tiempo por su gran veracidad.

El agradecimiento es y siempre será un pilar en donde se reconoce cuando a alguien hemos servido, y que tan bien se siente esa persona con ese beneficio recibido.

Dar es uno de los gestos de desprendimiento del ser humano más grandes, porque cualquier persona puede elegir simplemente no dar.

Es por esto que surge el agradecimiento, puesto que teniendo la alternativa de si queremos no dar, simplemente damos.

Habiendo decidido dar, tenemos que tener en cuenta a qué clase de personas es que vamos a traspasar esa parte de nosotros.

Hay personas que no se cansan de recibir y recibir, sin ni siquiera mostrar a cambio un reconocimiento o un agradecimiento.

Son yoístas, que solo buscan cargar y cargar, sin nada que dar a cambio al prójimo.

Incapaces de mirar atrás y ver qué tanto se han beneficiado con una presencia, con un favor o con un nombre.

Realmente es lamentable no tener la capacidad de dar las gracias en el momento oportuno, puesto que el agradecer es de lo más espontáneo.

Pero poco a poco quien no tiene la capacidad de agradecer se va cerrando puertas, puesto que los demás se van dando cuenta de actitudes y comportamientos que hablan por sí solos.

De nada sirve poner la capacidad o plataformas en favor de otros que solo quieren verse reflejados a sí mismos, o proyectarse.

Proyectarse causa adicción, es cierto, pero tiene que haber una gran dosis de humildad para saber que si hemos logrado cosas se le debemos a tal o cual persona, a tal o cual escalón, a tal o cual empujón.

Ningún ser humano se hace solo, y así…

Pienso y Luego Escribo: Decir gracias es tan simple como la gota de rocío que cae en las mañanas, que toca, pero que no moja.