El caso de Emely Peguero: Un llamado a la reflexión
Por Susan Espaillat
“Legal Solutions in DR”
El Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Judicial de la Provincia Duarte, condenó a 30 años de prisión a Marlon Martínez, para ser cumplida en la cárcel pública de Salcedo y a su madre Marlín Martínez, a 5 años de prisión en el Centro Correccional y Rehabilitación Rafey Mujeres de la ciudad de Santiago.
El joven Marlon Martínez, de 20 años de edad, fue sometido a la justicia por el cargo de asesinato a su novia de 16 años, quien estaba embarazada de 5 meses, a quien le practicó un aborto y rupturas en el cráneo. La madre del inculpado, señora Marlín Martínez fue juzgada por ocultamiento de cadáver y sustracción de menor contenidos en los artículos 354 y 359 del Código Penal Dominicano, dichos artículos imponen pena de prisión de 2 a 5 años y multa de RD$500 a RD$5,000.00.
El caso de Emily Peguero hizo que toda una nación derramara lágrimas, por una parte, por los hechos que provocó la partida de una hermosa joven de 16 años y por las circunstancias que hicieran que un joven de 20 años y su madre terminaran en las cárceles dominicanas con 30 y 5 años respectivamente.
La ciudadanía analiza primero el hecho atroz de la muerte de Emily Peguero, así como también hacen críticas al sistema judicial por el procedimiento y las penas aplicadas, para algunos justas, para otros no.
Pero hay otro punto importante que debemos analizar como padres, ciudadanos y profesionales que somos, y es el contexto familiar en el que estamos educando a nuestros hijos. ¿Qué es educar a un hombre y a una mujer de bien? Me pregunto ¿llevamos a nuestros hijos por el sendero de los valores, del respeto a la vida, sabemos nosotros inculcar los límites y el asumir responsabilidad por nuestras acciones?
Y sigo reflexionando, ¿cómo alimentamos los sueños de una joven de 16 años, quien probablemente vio en Marlon un príncipe azul que podía brindarle seguridad, apoyo y sostén? ¿Qué otras opciones tuvo Emily para evitar este funesto destino, tales como el apoyo y la orientación de sus padres, de familiares, de amigos, de su escuela y de su país?
En los países con una ciencia criminal avanzada, han descubierto, que penas de prisiones rígidas y largas, no evita que el hecho delictivo no vuelva a ocurrir, por lo que, 30 años o 5 años, no es la cuestión, aunque da paz a una sociedad consternada. La verdad es, que lo que genero este lamentable hecho aun sigue vivo y latente, y penosamente repetible en cualquier momento en el rostro de otros jóvenes. Marlon y Emily, ambos desde mi humilde punto de viste son víctimas de nuestra propia sociedad y estas circunstancias implícitamente llevan un mensaje que a cada uno de nosotros debemos sopesar.
La autora tiene Maestría en Derecho Empresarial y es autora del libro la Responsabilidad Penal de las Sociedades Comerciales.
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