El efecto de nuestras palabras
Josinell Martínez
ComunicArte
El efecto de nuestras palabras puede ser constructivo o negativo. Proverbios 10:11.
Hace poco vi un caso de una persona que hackeo la cuenta de Facebook, de un amigo y la persona que violó la privacidad de este empezó a lastimarla, ofendiéndolo y exponiendo cosas muy personales de él.
Este hecho me llevó a reflexionar de cómo hoy en día existen personas, conocidas o no, que emiten juicios o comentarios de forma pública sin tener en cuenta las consecuencias emocionales y sociales en contra hacia la integridad de esa persona.
En la actualidad vivimos en un mundo digital donde todos tenemos acceso a la información y somos expertos en ella, con tan solo hacer clic. La manera de cómo emitimos opiniones puede construir o destruir a una persona ocasionándole daños psicológicos, lesiones físicas, trayéndole problemas sociales y emocionales.
En mi caso, como profesional de la salud mental que soy, puedo destacar que en la sociedad actual, muchos son los casos que se pueden nombrar, los cuales han sido productos de un mal manejo de la forma de comunicar una opinión, provocando suicidios, personalidades depresivas, ansiedades y problemas de adaptación e inclusión social.
A diario podemos ver en las redes como personas están siendo hostigadas y van colocando comentarios desagradables a ciudadanos que ni siquiera conocen, sin saber muchas veces la situación que la otra persona está viviendo, dando una opinión de lo que desconocen, se adueñan de su comentario como si fuesen expertos en la materia, consagrándose como dueños absolutos en las redes sociales, no respetan a los demás tampoco su vida privada, solo porque no están de acuerdo con lo que expresan o publican, o de la manera de cómo se visten o como lucen, que compran, que comen, entre otras tantas cosas.
Debemos aprender a dar una opinión sin ofender, verificando lo qué vamos a decir y cómo decirlo.
Antes de emitir una opinión, es conveniente tener presente los siguientes puntos:
- Antes de criticar, reflexiona si el comentario beneficiará a la persona a quien se lo darás.
- Cuando des un punto de vista: es bueno recordar respetar la opinión de la otra persona.
- Puedes señalar una idea, pero NO a la persona.
- No emitas palabras groseras, provocativas u obscenas.
- Evita términos que sean absoluto, como que la idea única la tienes ‘‘tú’’ o el que sabe eres tú.
- Es mejor sugerir que dar órdenes.
- Utiliza expresiones de amor.
- Es bueno iniciar con un elogio para luego dar el ‘‘pero’’.
- Adopta un volumen de voz suave.
Aprendamos ser asertivos para lograr una mejor comunicación entre nuestros semejantes.
Al final no está demás regalarnos una cita bíblica:
“No juzgues y no serás juzgados” (Mateo 7:1).
IG: @josinellmartinez