El libertinaje da malos frutos
Las Huellas de Jesús
Horacio Mejía Suárez
La palabra libertinaje se define como la libertad abusiva y excesiva en lo que se dice o se hace, es la conducta de la persona libertina, que no es lo mismo que ser libre, porque hay quienes son esclavos de sus malos hábitos y costumbres, y como les digo, su fructificación es bastante negativa sabiendo que lo malo no puede engendrar nada bueno.
La Biblia nos expone como un hombre llamado Sansón tenía un llamado muy especial de ser nazareo a Dios, pero su nazareato fue desperdiciado por este hombre ya que aunque fue juez de Israel tuvo una enorme inclinación a fijarse en mujeres que para él no eran convenientes.
Su terquedad e insensatez se encontraban muy agravadas y este reveló el secreto de algo que lo hacía diferente, y para su desgracia fue traicionado por su mujer Dalila y terminó siendo una víctima de manos filisteas.
El libertinaje de Sansón hizo que Jehová se apartara de él, fue humillado este hombre por los filisteos tras haberle ellos sacado los ojos y haberlo tomado por juguete, los filisteos alabaron a dagón su dios y ofrecieron sacrificios. En esos momentos Sansón se encontraba atado en la misma edificación en la que se realizaba lo antes mencionado, este hombre se inclinó con toda su fuerza sobre las columnas derribando así la casa, y los que mató fueron más de los que había matado en toda su vida, y el también murió.
La revelación de esta porción es que Sansón podía ser burlado y realmente lo fue. Jehová no se arrepintió de apartarse del que desperdicio su precioso y especial llamado, pues Él es un Dios en el que no hay ambigüedad.
Lo que realmente capacitó a Sansón para derribar las columnas no fue el hecho de que la decisión de desecharlo haya sido efímera porque aunque el hombre quizás no lo entienda, Dios es totalmente constante en lo que decreta y sus propósitos los conoce en su totalidad, es solo que a veces hace que ciertas verdades se encuentren recónditas. Lo que dio fuerzas a Sansón para derribar aquellas columnas fue que la idolatría a dagón despertó su enojo contra los filisteos, porque a Él no hay dagones, ni dioses con minúsculas que puedan igualarle, y mucho menos superarle porque aunque el hombre en cuestión recibió la burla, el Señor es el que no puede ser burlado, ni por el libertinaje que es una forma de idolatría hacia sí mismo, ni por el paganismo que tanto enoja a Dios, otra forma de idolatría.
Horacio Mejía Suárez.
Coach/Cristiano
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