El regalo del libre albedrío
Por Laura Saint-Hilaire
Buzón de mis Reflexiones
Este regalo divino llamado libre albedrío es la libertad que se le otorga a todo ser humano para elegir y actuar conforme a sus ideales para tomar decisiones.
Este principio tiene connotaciones filosóficas, religiosas, psicológicas, científicas, jurídicas, entre otras.
A lo largo de la historia ha sido un término que ha generado grandes comentarios y diferencias; debido a las perspectivas de distintos autores.
En el plano filosófico San Agustín de hipona sostenía el concepto del libre albedrío aplicado a la libertad del ser humano para obrar bien o mal.
En el ámbito del derecho específicamente en el penal, este término de libre albedrío se emplea como un fundamento legal; cuando se actúa bajo una situación de delinquir y en pleno acto el individuo tiene la potestad de decidir hacer el mal, entonces esto significa que consigo ha aceptado las consecuencias, castigos y todo lo que merece por su delito.
En la parte religiosa este tema tiene una gran afinidad con lo bíblico, en las escrituras menciona que Dios le concedió al hombre independencia en la toma de decisiones; en pocas palabras es libre en su accionar y por ningún motivo la influencia de Dios es partícipe en la manera de obrar de los hombres.
Hay muchos pasajes bíblicos que narran historias donde el hombre puede elegir su camino o destino.
Ninguna doctrina filosófica, cristiana, social ni de ningún otro carácter puede dominar nuestra voluntad .
Nuestra mente, cuerpo y alma son los responsables de debatir que camino refleja mayor similitud con nuestro ser, visión y propósito.
Este término va estrechamente vinculado con el autocontrol, la fuerza de voluntad, el comportamiento ante las circunstancias. Estos elementos se conjugan para poner en práctica el libre albedrío.
Por ejemplo: si estás leyendo en este momento esta columna es porque utilizaste tu capacidad de libertad para elegir que hacer y que no; pero no hay una fuerza externa que le obligue a leerlo o a dejar de leerlo, es algo de dominio personal. Por cierto, muy buena elección.
Esto que parte de nuestro propio deseo es vital para encaminarnos en la vida, puesto a que en la mayoría de situaciones de peso vamos a necesitar de su uso como recuerdo esencial.
Jonathan Edwards lo define como aquello que la mente elige.
Absolutamente todo parte de nuestro deseo para hacer o no hacer las cosas. Solo debemos utilizar este súper poder en este plano terrenal de la forma más justa y plena con nosotros mismos; pues como todo en la vida esto también se refleja.
Gracias por llegar hasta el final de este exquisito material.
@laurasainthilaire
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