El valor de la amistad
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
Este 30 de julio se celebra el Día Internacional de la Amistad, cuyos lazos de complicidad y fraternidad nos proporcionan alegría y bienestar en nuestras vidas.
El día fue instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas ,mediante la resolución 65-275 del 3 de mayo del año 2011, con el objetivo de fomentar la solidaridad y armonía entre la ciudadanía y las naciones, por vivir en un mundo de constantes desafíos, crisis, violencia, inseguridades y violaciones a los derechos humanos, entre otros males.
La palabra amistad proviene del latín amicus (amigo) que significa confidente y es considerada una relación afectiva entre dos o más personas.
Las países que más se destacan en la celebración de éste día son Paraguay y otros de Sudamérica, en donde se desarrollan campañas a favor de la amistad, como una forma de fomentar la cultura de la paz, basada en los valores del diálogo, respeto y concordia.
Tener amistades que compartan tus valores, intereses, sueños e inquietudes es contar con una red de apoyo incondicional en quienes podemos confiar o apoyarnos en las alegrías y las penas. Aunque en algunos casos no lo veamos con frecuencia, se mantiene un cariño y valoración mutua.
A pesar de que la amistad es maravillosa y constituye una bendición, recordemos que preservarla y consolidarla requiere de tiempo y detalles.
Gracias a la tecnología con que contamos en la actualidad, el contacto con nuestras amistades es más fácil tenerlo, ya que a través de las redes sociales nos mantenemos informados de los logros profesionales, días especiales familiares como graduaciones, bodas, cumpleaños, encuentros sociales, viajes, nacimientos de nietos y fallecimientos de seres queridos, lo cual nos permite interactuar para manifestarles nuestro apoyo.
Ahora bien, un mensaje o un Me Gusta de Twitter, Facebook o Instagram no son capaces de suplir las emociones que vivimos cuando compartimos con amistades un tiempo de calidad, de alegrías, anécdotas, actualidad noticiosa, acciones familiares o profesionales. Los gestos, las miradas, las sonrisas, los abrazos fraternos siempre proporcionan un clima de complicidad y bienestar en quienes tenemos la dicha de disfrutarlo y estos solo se pueden dar o recibir personalmente.
La amistad, como toda buena relación, requiere de cualidades como aceptación, valoración, sinceridad, respeto y lealtad y es importante fomentar su valor desde la niñez, incentivando las relaciones entre iguales con valores de tolerancia, solidaridad, honestidad y amor, que permitan mantener una sana convivencia.
Se estima que mientras el valor de la amistad se siembra en la infancia, la desenvoltura en los niños y niñas socialmente se desarrollará mejor en cada etapa de la vida.
Me despido con una frase de Eleanor Roosevelt, escritora y política estadounidense, defensora de los derechos humanos que decía “Muchas personas entrarán y saldrán de tu vida, pero solo los verdaderos amigos dejarán huellas en tu corazón”.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.