El valor del abrazo en Tiempo de Covid-19
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
“Tengo guardados abrazos que abarcan ciudades” escribió en su cuenta de twiter la semana pasada el cantautor español Alejandro Sanz, alcanzando más de 37,500 me gusta.
Esa alta aprobación de un mensaje de mucho sentimiento en este tiempo de distanciamiento social, por la pandemia del Covid-19, muestra lo tanto que valoramos la falta que nos hace abrazar a familiares y amistades queridas, y esto así porque los seres humanos necesitamos sentirnos física y emocionalmente.
Los abrazos conectan, porque son fuente de paz, calma y cariño y si algo que tenemos como humanidad es ese calor que tan espontáneamente ofrecemos y la afectividad que mostramos.
Según investigaciones realizadas, si los abrazos al saludar se extienden por más de 6 segundos tienden a producir un efecto terapéutico en el cuerpo y en la mente por la liberación de las hormonas de oxitocina, dopamina y seretonina, relacionadas con la felicidad, la armonía y la plenitud.
Se estima que los efectos de los abrazos nos ayudan a poder disipar cualquier emoción negativa como estrés, ansiedad, tristeza, incertidumbre o miedo.
El Covid-19 nos ha dejado enseñanzas de reflexión relacionadas a los abrazos en la que debemos pensar y por ello, desde este espacio de promoción de paz, me permito compartirlas con ustedes amables lectores:
Abracemos la vida, cuidando de nuestra salud y las de los demás.
Abracemos el cambio de mantener rutinas positivas, en lugar de pensamientos que laceren nuestra paz interior.
Abracemos la oportunidad de optimizar nuestro crecimiento espiritual y emocional, que será siempre fuente de fortaleza para seguir adelante.
Abracemos vivir con sabiduría para valorar lo que realmente es importante.
Abracemos ser agradecidos, reconociendo todas las bendiciones que tenemos.
Abracemos respetar a los demás, que es un reconocimiento a prestarle atención, valor y consideración, aunque no estemos de acuerdo.
Abracemos ser prudentes, para adecuar o modificar conductas que optimicen nuestra convivencia en paz.
Abracemos ser tolerantes, bajo el entendido de que poder comprender las diferencias con los demás nos hace crecer.
Abracemos ser empáticos/as para ponernos en el lugar de quien no comparten nuestros criterios.
Abracemos practicar la solidaridad siempre, ya que dar brinda más felicidad que recibir.
Abracemos comunicarnos asertivamente, para expresar en forma clara nuestros puntos de vista sin ofender o herir a los demás por sus ideas.
Abracemos elogiar más que criticar, en razón de que el reconocimiento fomenta la alegría y tranquilidad.
Abracemos las acciones justas que contribuyan al bien común.
Abracemos la amistad con personas inspiradoras y que nos animen a seguir adelante.
Abracemos el compromiso diario de aportar a una mejor sociedad.
Abracemos la esperanza de trascender, dejando mejores hijos e hijas, nietos/as a nuestra nación.
Abracemos convivir pacíficamente.
Me despido enviándoles un fuerte abrazo de paz virtual de corazón a corazón.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur