La Bienal Internacional de Arquitectura y Urbanismo de República Dominicana premia la
En el 180 Aniversario de nuestra Independencia
Por Leonor Asilis
Rincón Digital
Para nosotros los dominicanos, celebrar cada 27 de febrero, aniversario de nuestra gloriosa independencia es un acto de profundo significado y orgullo. Esta conmemoración no solo representa nuestra liberación de la opresión y el dominio extranjero, sino que también simboliza la lucha, el sacrificio y la valentía de aquellos que lucharon por la libertad y la autonomía de nuestra nación.
El aniversario de nuestra independencia es un idóneo para reflexionar sobre nuestra historia y el legado de nuestros héroes que desafiaron tantas adversidades para asegurar un futuro mejor para las generaciones venideras.
Es ocasión propicia para recordar la importancia de la unidad, la solidaridad y el compromiso con los valores fundamentales que dieron origen a nuestra independencia.
Para los Patriotas, celebrar este día conlleva un sentido de responsabilidad y compromiso con el bienestar y la prosperidad de su país. Es un recordatorio de que la libertad y la autonomía no son simplemente derechos adquiridos, sino ideales por los que vale la pena seguir luchando y preservando en cada generación.
En este aniversario de la independencia, debemos no sólo conmemorar solo el pasado, sino también para mirar nuestros desafíos y trabajar unidos para superarlos con tenacidad y determinación.
Desafíos importantes con respecto a nuestra soberanía y que no podemos dejar de vigilar y accionar son:
Gestionar la migración de manera efectiva y humana.Vigilar la seguridad en la frontera velando fielmente que se cumplan nuestras leyes, es un tema crucial y que por razones de espacio no puedo abundar.
Respetar a lo interno y externo a nuestra soberanía en las decisiones que afectan nuestro presente y porvenir.
En fin, defender los mejores ideales con los cuales fuimos forjados por nuestros Padres de la Patria tan bien resumidos en las tres palabras ligadas a nuestro escudo: «Dios, Patria y Libertad».
Y no olvidar que es deber continuo que renovemos nuestro compromiso de construir una sociedad más justa, igualitaria y democrática, donde los principios de libertad, igualdad y fraternidad como el valor de la vida se respete desde el embrión de las entrañas de la madre hasta la anciedad sean respetados y defendidos por todos.
Dominicanos, estamos de fiesta. Demostremos al mundo la fuerza de nuestro espíritu, la capacidad de superar las adversidades y la importancia de mantener viva la llama de la libertad.
¡Qe viva la República Dominicana!