En el día del padre
Por Leonor Asilis
Rincón Digital
Este domingo se celebra en nuestro país el día de los padres.
A los que como yo tienen la dicha de tener a su padre es una bendición inmensa el poder expresarle presencialmente su gran amor y agradecimiento, por haber sido canal para la propia vida y todo su apoyo y entrega durante nuestro crecimiento hasta nuestros días.
De forma particular agradezco públicamente a Papá Dios haberme regalado a mi papá, un ser extraordinario cuyo mayor legado para mí y mis hermanos es su testimonio de vida.
Aquellos que por las condiciones en que vivimos, tiempo de pandemia, y por su protección no puedan verlos, existen medios tecnológicos para expresarles nuestro gran amor.
Y aquellos cuyos padres que han partido a la casa del Padre, sabemos por fe que más tarde se reunirán en el cielo donde no existirá ni tristeza ni dolor.
Sin embargo, quiero dedicar el resto de estas líneas a nuestro Padre Dios, en ánimo de ofrecerle en testimonio público nuestra reverencia ante su amor y misericordia por revelarse por entero a través de su Hijo Jesús, nuestro hermano mayor como decimos los cursillistas
Gracias a Jesús sabemos cómo es su gran corazón sobre todo a través de la parábola del hijo pródigo.
Hoy más que nunca debemos vernos en ese joven quien antes caído por su perdición, fue pródigo de cariño y perdón del padre al reconocer su gran falta de amor y abundancia de soberbia al querer separarse de el por irse a otras tierras en búsqueda de andanzas y placeres, en resumen, de lo que no se le había perdido y qué hizo tristemente que él se perdiera en la amargura que trae la perdición y el pecado. Esa historia no terminó triste por el contrario, hubo gran fiesta y alegría al frenarse de su vida loca y recapacitar y decidir volver al padre.
¿Acaso no nos suena familiar este acontecimiento?
Creo firmemente que la humanidad entera está reflejado en el hijo pródigo.
Sólo nos falta seguir su ejemplo y volver a Dios con el corazón contrito pero confiado, de que nos perdonará y hará fiesta y se retirará el llanto, la muerte y el dolor.
¡La decisión es nuestra!
Nos llegó una bella oración que pienso sería un bello regalo a Papá Dios en este día si nos unimos en un mismo espíritu y la hacemos con fe, amor y devoción.
Padre amado, pedimos por este país Señor, en tus manos, te lo entregamos Padre, para que tú voluntad se cumpla en el, Señor, solo tú eres el dueño de todo, solo tú tienes el control de todo y nosotros confiamos en ti mi Señor…. por lo tanto esperamos en tu tiempo perfecto para ver esta pandemia fuera de nuestra nación en el poderoso nombre de Jesús! Te presentamos en esta hora todos los enfermos y las personas que hoy pasaron por la tristeza de despedir un ser querido, se tu con ellas Señor y dales tu paz… Señor, tú conoces nuestros corazones, te pedimos que quites del nuestro toda cosa que hagamos que no sea de tu agrado Señor, perdona los pecados de tu pueblo Señor y derrama tu misericordia en nuestras vidas, en la vida de los nuestros y en la de todo tu pueblo Señor, que podamos tener un arrepentimiento sincero y que volvamos nuestro rostro a ti Señor, que solo en ti esté nuestra mirada, Señor, te lo pido en el poderoso nombre de tu hijo Jesús, Amén.