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ENTREVISTA: «No hay autor que se proponga escribir la gran novela de su país» Manuel Salvador Gautier
La gran novela es una mito que surgió no sé en cuál momento literario y que los críticos usan para hostigar la producción narrativa de los autores
Néstor Medrano
Manuel Salvador Gautier acaba de obtener el Premio Nacional de Literatura 2018, otorgado por la Fundación Corripio, entidad que preside el empresario José Luis Corripio Estrada, de quien se puede decir es de los pocos mecenas que existen en República Dominicana y el Ministerio de Cultura.
Es un autor que se puede decir llegó tarde a las letras, en 1986, pero llegó hechizado por el toque certero de una inspiración cargada de pasión tesonera, con un influjo energético capaz de hacerlo romper con su vocación primaria y exitosa, la arquitectura, vocación que chin a chin fue abandonando para dedicarse por entero a la Literatura.
“No sé realmente en qué momento me sentí integrado al gran grupo de literatos meritorios dominicanos, pero, no hay dudas, de que lo estoy, y todos ellos lo reconocen”, expresa. Es una expresión que viene a cuentas de una primera entrevista que le hice hace algunos meses, en la cual revelaba que a su arribo al mundo literario muchos escritores tradicionales añejos no lo aceptaron debidamente.
Sin embargo, esa situación nunca lo arredró. Tampoco fue pretexto para hacerlo retroceder. Muy por el contrario, su éxito fue notable. Se le reconoció un éxito que venía de la mano de una obra que obtuvo de inmediato el Premio Anual de Novela Manuel de Jesús Galván, “Tiempo para Héroes”. ‘
En esta entrevista, la primera que concede luego de la adjudicación del Premio Nacional de Literatura, se advierte a un Manuel Salvador Gautier seguro de que está en la cúspide, y esta advertencia, salpica por sus niveles de humildad, de reconocer que hay otros autores dominicanos que en la novelística, para seguir con su campo de acción por excelencia, están forjando un camino de grandeza que nada tiene que envidiar a ninguno de los creadores emblemáticos de otros países con tradición literaria.
Cuando se le pregunta si es él quien escribió o escribirá la gran novela dominicana, frase amurallada por décadas, como clisé provocador y subversivo, responde, con énfasis, el énfasis de quien como dice el pueblo lleva el cuchillo en la boca:
“La gran novela es un mito que surgió no sé en cuál momento literario y que los críticos usan para hostigar la producción narrativa de los autores de un país. No hay autor que se proponga escribir la gran novela de su país. El reconocimiento a su obra surge por el valor literario que tenga”.
En esta entrevista se desbroza su pensamiento de hombre aferrado a la creencia de que Juan Pablo Duarte ha recibido el reconocimiento de la dignidad de ser el padre fundador de la Patria, anulado ocasionalmente por el fervor santanista, pero resarcido en la memoria de historiadores y de los estudiantes del país como un hombre visionario que se dio por entero a la causa dominicanista.
También habla del valor institucional que tiene el apoyo del Estado para la presencia de sus escritores, cuando se le cuestiona sobre los aportes de entes jóvenes como el anunciado Consejo Nacional de Cultura.
“No tengo idea de qué instituciones o quiénes forman el Consejo Nacional de Cultura, ni qué han hecho al día de hoy. Creo que la actual dirección del Ministerio de Cultura lo formó para evitar lo que ocurría anteriormente que, para publicar algunas obras, las escogían antojadizamente, muchas veces, por favoritismo, sin necesidad de que tuvieran ningún valor literario. Si lo que el Consejo hace es publicar las obras por sus méritos, ¡bienvenido!”.
A continuación la entrevista:
YA CON EL PREMIO NACIONAL DE LITERATURA Y LOS MÁS IMPORTANTES GALARDONES DEL PAÍS, ¿ES MANUEL SALVADOR GAUTIER UN CONSAGRADO DE LAS LETRAS?
Hay dos definiciones de “consagrar” que podrían aplicarse para responder a esta pregunta. Una es: “Dedicarse con especial esmero y atención alguien a un determinado fin”, y la otra es: “Conferir a alguien fama o éxito”. La diferencia está en que la primera viene del interior del individuo, es una potestad de la persona que se dedica a escribir; mientras que la segunda viene de fuera, es la apreciación que hacen críticos y lectores de la obra realizada por el escritor.
Sobre la primera, diré que, desde que comencé a escribir ficción hace 32 años, en 1986 y me di cuenta que eso era lo que quería hacer por el resto de mi vida, me he dedicado a hacerlo. Soy arquitecto. Mientras compartí mi obra literaria con mi obra arquitectónica, dedicaba por lo menos dos horas a la literatura. A partir del 2002, fui dejando mis vínculos con la arquitectura y me he dedicado por completo a la literatura. Por lo tanto, puedo admitir que me he consagrado como escritor.
Sobre la segunda, pienso que el reconocimiento que tengo como escritor no solo viene por los premios que he ganado, sino también por una buena distribución de cada una de mis novelas, que ha llegado al alcance de intelectuales y estudiantes en todo el país. Esto último se lo agradezco al presidente de Editorial Santuario, Isael Pérez, y a su esposa, Oneida, que han puesto especial empeño en dar a conocer mi obra desde que ellos publicaron la primera, Balance de tres, en el 2007, y continúan haciéndolo, hasta la más reciente, El pacto de los generales, publicada este año de 2018.
Tanto los premios que me han otorgado, como mi dedicación a la escritura y la distribución extendida de mis obras, me han consagrado como escritor.
¿QUÉ PIENSA QUE NOS FALTA EN LA LITERATURA DOMINICANA PARA HACER DE ELLA UN ORGULLO DE TODOS LOS DOMINICANOS?
El país está orgulloso de Pedro Henríquez Ureña, un genio literario reconocido en toda América Latina, que vivió en el extranjero, aunque siempre reconoció su dominicanidad. También lo está de Juan Bosch, cuyos cuentos tienen fama internacional. Parece que el orgullo de nuestro país por la literatura viene con el reconocimiento que se haga a la obra de nuestros escritores desde el exterior. Si es así, el empeño de todos los estamentos tanto oficiales como privados sería el de dedicar parte de su trabajo a dar a conocer la obra de los escritores dominicanos fuera del país, lo cual, a su vez, implica promover el país, demostrando el valor de su literatura. Los ministerios de Cultura, Educación y Relaciones Exteriores (a través de sus embajadores) debían de tener acápites asignados a esa promoción. La Cuba revolucionaria de Fidel Castro sabía esto, y se propuso promover a varios de sus escritores, llegando algunos de ellos a tener fama internacional, como Guillermo Cabrera Infante. La Cuba revolucionaria creyó en el valor de sus escritores y los promovió. Nosotros debemos creer también en el valor de nuestros escritores, y promoverlos. Cuando estos comiencen a tener ese reconocimiento internacional, el país estará orgulloso de su literatura.
USTED QUE HA TOCADO EN UNA DE SUS NOVELAS “DIMENSIONANDO A DIOS” A NUESTRO JUAN PABLO DUARTE, ¿CREE QUE EL PADRE FUNDADOR DE LA REPÚBLICA DOMINICANA HA SIDO REIVINDICADO ALGUNA VEZ EN NUESTRO PAÍS?
Cuando se le pregunta a cualquier dominicano quiénes son los Padres de la Patria, el primero que este menciona es a Juan Pablo Duarte. Los historiadores se han encargado de señalar muy claramente cuál fue el papel que jugó Duarte para lograr la independencia del país, en 1844: Duarte creó el proyecto independentista, organizó la Sociedad la Trinitaria para implementarlo, luchó porque se lograra. Las escuelas lo enseñan de esa manera, y el reconocimiento de su intervención es universal entre los dominicanos.
Juan Pablo Duarte era un hombre liberal, que creía que los ciudadanos eran quienes debían gobernar su país. Cuando estudiamos la Constitución que redactó, al ser proclamado presidente en Santiago, encontramos que, además de incluir a los tres poderes del Estado reconocidos: el Ejecutivo, el congresional y el judicial, él creó un cuarto poder, el municipal, para que la gente local pudiera decidir sobre asuntos locales.
El problema viene cuando, quien dirige la lucha militar independentista contra los haitianos, es Pedro Santana, un autoritario, con visos de dictador, que no tenía idea de lo que era la democracia. El enfrentamiento entre los dos líderes, que terminó ganando Santana, hace que mucha gente hoy día entienda que Duarte quedó supeditado por el otro y perdió mucho del reconocimiento que debiera tener. Santana fijó el autoritarismo para gobernar el país, y este proceder ha sido el ejemplo que ha seguido la gran mayoría de los mandatarios que lo han dirigido, hasta el día de hoy. Habría que ver cómo sería nuestra historia y el reconocimiento que tendría Duarte, si este llega a fundar la democracia, como él la concibió, y fuéramos un país democrático, con líderes que respetan la constitución, hacen que las instituciones del estado den los servicios que le corresponden, e invierten en beneficio del país todo el dinero recaudado en impuestos.
¿SIGUEN LOS INTELECTUALES DOMINICANOS CONSIDERÁNDOLO UNA ESPECIE DE ADVENEDIZO EN LAS LETRAS, O YA SE GANÓ EL RESPETO DE ESA COMUNIDAD?
Mi irrupción como escritor fue una sorpresa para la intelectualidad literaria dominicana, que se formó después de ajusticiado Trujillo, en los años 60. De ahí surgieron Marcio Veloz Maggiolo, Enriquillo Sánchez y otros tantos escritores, que han hecho un aporte importantísimo a las letras dominicanas. Yo publiqué la tetralogía Tiempo para héroes, en 1993, y gané el Premio Nacional de Novela Manuel de Jesús Galván; luego publiqué Toda la vida, en 1995, y también gané ese premio. El valor literario de mi narrativa quedó fijado por esos premios, y a los intelectuales establecidos les era difícil no reconocerme como un escritor que se integraba a las letras dominicanas. Pero la verdadera acogida la tuve cuando seguí publicando una novela tras otra, consiguiendo más lauros, como el Premio de Novela UCE, con Balance de tres, y el Premio Nacional Feria del Libro Eduardo León Jimenes, con Dimensionando a Dios. Aparte de que novelas como Serenata, que trata sobre la familia Henríquez Ureña; El asesino de las lluvias, sobre un poeta frustrado, y otras, tuvieron una gran acogida por los críticos que escribían entonces sobre narrativa, en sus columnas de los periódicos. No sé realmente en qué momento me sentí integrado al gran grupo de literatos meritorios dominicanos, pero, no hay dudas, de que lo estoy, y todos ellos lo reconocen.
PARA UN NOVELISTA DE SU ESTATURA, ¿ESTÁN LOS NOVELISTAS DE NUESTRO PAÍS A LA ALTURA DE LOS NOVELISTAS DE OTROS PAÍSES?
Los novelistas de otros países tienen de punteros a escritores como Mario Vargas Llosa, de Perú; Jorge Luis Borges, de Argentina, o Carlos Fuentes, de México, por señalar algunos, que han producido una obra extraordinaria, difícil de igualar. Sin embargo, nosotros tenemos a Marcio Veloz Maggiolo con una obra narrativa también extraordinaria. Quienes leen sus novelas La Mosca Soldado o Memoria tremens, se dan cuenta que estas obras están tan bien estructuradas, tienen temas y tramas tan interesantes y personajes tan bien delineados como los que aparecen en cualquier obra de uno de estos autores extranjeros reconocidos. La narrativa dominicana tuvo fama de que solo tenía autores de una sola novela. Hoy en día no es así. Hay varios autores dedicados a escribir, que ya han publicado varias novelas, muy buenas, por cierto. Los más prolijos, sin duda, somos Roberto Marcallé Abreu y yo; pero están también Emilia Pereyra, Ángela Hernández, Rafael Peralta Romero, Miguel Solano, Luis R. Santos y otros cuantos más, que tienen cuatro o más obras publicadas, y siguen publicando. Creo que es escatimarle significación a su dedicación como narradores, no reconocer que estos autores están produciendo una obra literaria que tiene el mismo nivel de la mejor, en cualquier parte del mundo.
SIEMPRE SE HA HABLADO DE QUE FALTA POR ESCRIBIRSE LA GRAN NOVELA DOMINICANA, ¿ES POSIBLE QUE SEA USTED QUIEN LA ESCRIBA? ¿YA LA ESCRIBIÓ?
¿Cuál es la gran novela argentina?, ¿o la norteamericana?, ¿o la francesa?, ¿o la de cualquier otro país del mundo? La gran novela es un mito que surgió no sé en cuál momento literario y que los críticos usan para hostigar la producción narrativa de los autores de un país. No hay autor que se proponga escribir la gran novela de su país. El reconocimiento a su obra surge por el valor literario que tenga. Si eventualmente algún crítico quiere consagrar alguna obra de algún autor como “la gran novela”, tanto mejor para ese autor, que, tendrá agregado a su reconocimiento ese galardón literario.
¿QUÉ SIGNIFICA PARA MANUEL SALVADOR GAUTIER HABER OBTENIDO EL PREMIO NACIONAL DE LITERATURA 2018?
El Premio Nacional de Literatura, patrocinado actualmente por la Fundación Corripio, presidida por el empresario José Luis Corripio (Pepín), fue entregado por primera vez en 1990, a los escritores Juan Bosch y Joaquín Balaguer. Se convirtió inmediatamente en el gran premio literario de la República Dominicana, ya que, contrario a otros premios que reconocían el valor de una sola obra de un autor, este premio reconocía el valor de la obra completa del autor. Su prestigio aumentó con los años, ya que siguió galardonando a autores de extraordinaria trayectoria literaria, como Manuel del Cabral, Pedro Mir, Manuel Rueda, Virgilio Díaz Grullón, en fin, lo mejor de nuestra literatura. El autor que lo gana en la actualidad comparte ese honor con todos estos escritores que definieron el valor de nuestra literatura. Yo me siento sumamente honrado de que me lo hayan otorgado. Significa, además, que mi obra literaria permanecerá en el tiempo, siendo reconocida por las generaciones venideras de dominicanos.
CÓMO VALORA LA CREACIÓN DEL CONSEJO NACIONAL DE CULTURA, QUE SE SUPONE VALORA PROPUESTAS DE AUTORES DOMINICANOS PARA LA EDICIÓN DE SUS LIBROS. ¿ESO ESTÁ FUNCIONANDO?
No tengo idea de qué instituciones o quiénes forman el Consejo Nacional de Cultura, ni qué han hecho al día de hoy. Creo que la actual dirección del Ministerio de Cultura lo formó para evitar lo que ocurría anteriormente que, para publicar algunas obras, las escogían antojadizamente, muchas veces, por favoritismo, sin necesidad de que tuvieran ningún valor literario. Si lo que el Consejo hace es publicar las obras por sus méritos, ¡bienvenido!
¿QUÉ SE ESPERA DE MANUEL SALVADOR GAUTIER PARA LOS PRÓXIMOS AÑOS?
Manuel Salvador Gautier es un escritor consagrado. Para los próximos años puede esperarse que continúe publicando novelas y ensayos. De hecho, tan pronto terminó de publicar su más reciente novela, El pacto de los generales, inició una nueva, titulada provisionalmente, Davinvhi ama a Sara, una historia de amor, un tema novedoso para Gautier.
Fotos: Fuente Externa