Es un Mito o una realidad que NO queremos aceptar?
Te Amo Corazón
Dra. Jeimy Gómez
A petición de nuestros amables lectores hoy les traigo lo que definitivamente deja de ser un mito para convertirse en una realidad comprobada que debemos abrazar y resolver.
Publicaciones en The Lancet en enero 2017, indican que el estrés emocional es un factor de riesgo cardiovascular equivalente al colesterol elevado o la hipertensión arterial.
El estrés psicosocial producido por las exigencias laborales, desempleo, conflictos amorosos y otras vicisitudes humanas se ha convertido en desencadenantes de eventos importantes.
Pero, conocemos por qué ocurre? Recientemente un estudio norteamericano confirma la asociación entre el estrés y los eventos cardiovasculares mediante un mecanismo neuro inflamatorio que puede explicar el impacto negativo sobre las arterias.
El estudio realizado en el Massachussetts General Hospital, analizó imágenes tomográficas del cráneo, médula ósea, arterias carótidas en el cuello y el corazón mediante la inyección de sustancias que cuantifican el comportamiento neuroquímico de estas áreas.
El objetivo principal fue analizar la actividad de la amígdala cerebral quien es responsable de procesar las emociones. Sabemos que el estrés incrementa la producción de sustancias que potencian la ateroesclerosis o acumulo de partículas de grasa en las arterias, obstruyéndolas.
Durante 4 años siguieron la evolución de los pacientes y encontraron que un total de 239 pacientes, 22 pacientes habían padecido 39 eventos cardiovasculares (en algunos casos más de un evento por paciente) y que la actividad aumentada en la amígdala –señal de estrés emocional- se asociaba con un incremento de infartos cardíacos, insuficiencia cardíaca y eventos isquémicos cerebrales.
Posteriormente, científicos de la Universidad de Harvard observaron en estas imágenes, una relación entre la elevada actividad de la amígala con un incremento de la inflamación en la médula ósea, el bazo, las arterias así como de la proteína C reactiva que es un marcador de la fase aguda de la inflamación.
Según los autores del estudio, la actividad exacerbada en la amígdala cerebral tiene la capacidad de predecir la ocurrencia de angina inestable, infarto cardíaco, eventos neurológicos e insuficiencia cardíaca.
Es por primera vez entonces que se identifica la región cerebral que vincula el estrés con el riesgo de eventos cardiovasculares según la Universidad de Harvard.
Les invito entonces adoptar técnicas para la reducción del estrés de leve a moderado que han evidenciado una reducción del estrés como el yoga y el mindfulness.
Sera hasta una próxima entrega.
Dra. Jeimy Gómez.
Cardióloga – Ecocardiografista – Internista
Cardióloga del Equipo de Cirugía de Corazón y Vascular Periférico
Centro Médico Moderno, Suite 427, República Dominicana.
@dra.jeimygomez en IG, FB y Twitter / jeimygomez@hotmail.com
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